Amplio apoyo a Macri, aunque con llamados de atención

El 60% de los argentinos aprueba la gestión nacional y poco más le da un año de gracia para que solucione la inflación. Pero hay una mirada crítica sobre varias medidas.

Los primeros cien días de un gobierno son una suerte de prueba de fuego de cuyo tránsito exitoso no depende la continuidad en ese sentido de la gestión, pero al menos ratifica (en caso de superar el test), un inicio auspicioso. Algo de eso se desprende del reciente sondeo nacional encarado por la consultora Reale-Dalla Torre que hoy Los Andes publica en exclusiva sobre clima social y evaluación de la administración de Mauricio Macri.

El trabajo es una especie de “foto” de esos primeros cien días en donde comienza a perfilarse un nuevo gobierno, tras doce años de otro estilo y otras políticas aún frescas en la percepción popular.

El desmenuzamiento de la información que de allí se desprende revela una razonable aceptación de los principales ejes propuestos por Cambiemos desde su arribo a la Casa Rosada, pero también una lectura crítica (y en algunos casos severa) de muchas sus medidas más polémicas, tales como los despidos de estatales o la indomable inflación.

Herencia sin resolver
Con brutal sentido de comprensión, la mayoría de los encuestados respalda en términos generales a Macri (60,43% aprueba su gestión) pero advierte que hasta el momento hay ítems sensibles especialmente al bolsillo o a los servicios que presta el Estado, que no han tenido en estos meses el vuelco profundo que se auguraba, pese a que se reconoce que son "problemas heredados".

Así, Macri está desaprobando materias como “controlar la inflación” (casi el 61% cree que no lo ha logrado); “reactivar la economía y crear empleo” (un poco más 60% evalúa de manera negativa); “mejorar la vida de los más pobres” (más del 66% estima que está en deuda); “mejorar la educación y salud” (casi el 63% baja el pulgar); “darle transparencia y mejorar los planes sociales” (más del 54% de opiniones negativas) y hasta la propia consigna de campaña de “unir a los argentinos” muestra un 51% de insatisfacción.

Específicamente sobre la inflación actual es donde se advierte ese manto de piedad, reconociendo incluso los encuestados que su origen es anterior al macrismo: un 35,84% cree que es por “errores de la política económica de Cristina Kirchner” y un 33,84% le achaca responsabilidad a los “empresarios y comerciantes especuladores”. Sólo 14,3% consideró que se debe a la “falta de reacción del gobierno de Macri”.

Optimistas y satisfechos
Sin embargo, no son todos reproches ni muchísimo menos. Ese 60,43% que respalda a Macri tiene en los segmentos educativos medios el mayor nivel de adhesión, algo que también se comprueba en los mayores de 45 a 60 años y aún en quienes superan esa edad.

La mayor fidelización parece haberla constituido en distritos tales como Mendoza y Córdoba donde el 70,8% y el 72,9%, respectivamente, aprueban al gobierno nacional. La cifra está en sintonía con el resultado electoral del balotaje en ambas provincias y hasta implica algunos puntos de crecimiento.

Como contrapartida (y eso es hasta una “buena noticia” para Macri) el menor nivel de aprobación en el país lo obtiene en el Gran Buenos Aires donde registra “apenas” un 50,8% de valoración positiva.

Puestos a expresar su percepción sobre la situación actual del país, las palabras clave que utilizaron los encuestados en los grupos de foco y que luego se trasladó a la variable cuantitativa también explican el clima de expectativa y fe hacia el nuevo gobierno. Un 20,81% habló de “esperanza”; un 19,59% de “transición”; un 18,02% dijo que se está “mejorando”. Sólo 13,37% consideró que el país está “retrocediendo”, o estimó que está “en riesgo” (10,38%), o que la actual situación le genera “incertidumbre” (6,95%), o que directamente está “sin rumbo” (4,36%).

Para los autores del trabajo, “el 60,98% de los consultados tiene una visión optimista del país y el gobierno actual”. Para validar esa apreciación aseguran que “aprueba la gestión de Macri el 87% de los que afirman que estamos en 'transición'; el 34% de los que tienen 'incertidumbre'” y hasta “el 42% de los que ven el país ‘dividido’”.

Respecto del nivel de satisfacción con el gobierno de Macri, un 40,25% cree es “tan bueno como esperaba”, mientras que el 12,85% asegura que es “mejor de lo que esperaba”. En tanto, un 23,09% estima que es “tan malo como esperaba” y un 17,29% dice que es “peor de lo que esperaba”. Un 6,52% cree que “no puede definirlo aún”. Queda claro que más del 53% está satisfecho sobre lo actuado por Macri hasta aquí.

Lo que puede venir
La encuesta, pese a ser una foto tiene pretensiones de convertirse en una película. Y en ese sentido, resalta el "ranking de preocupaciones ciudadanas" que pone al tope a "la inseguridad" con el 70,47%; seguida por la "inflación-suba de precios" (55,19%); el "desempleo" (34,97%) o el "narcotráfico" con el 29,82% entre los más significativos.

Aunque no excluye a la “educación” (24,05%); la “corrupción-impunidad” (21,2%); los “bajos sueldos” (18,17%); la “salud” (14,3%) o la “falta de viviendas” (9,75%). Esta es la agenda de la gente a la que Macri debería prestarle más atención si desea que los porcentajes de aceptación se mantengan a lo largo del tiempo.

Para ello, el mismo trabajo de Reale-Dalla Torre indagó el nivel de paciencia de los argentinos. Cuando se les consultó sobre cuál era el “tiempo razonable” para “mostrar resultados concretos en la resolución de los problemas del país”, primó allí también la comprensión y el colchón de credibilidad que parece establecerse según se desprende de las respuestas.

Un 66,65% piensa que puede esperar “más de un año” hasta que la inflación sea controlada; el mismo plazo, pero con más respaldo (73,69%) para que se produzca la tan ansiada “reactivación de la economía”.

El 64% cree que la actitud de Cristina es "negativa"

El respaldo inicial a Macri también puede interpretarse por la vía contraria, al constatar el nivel de rechazo que genera Cristina Fernández de Kirchner. Al consultar sobre el tipo de oposición que ejerce la ex presidenta, un 64,74% la consideró como “negativa”. Además, abrumadoramente, los encuestados estimaron que “defiende sus propios intereses” en contraposición a los “intereses del país” y que más que ayudar a “resolver”, crea “más problemas”.

Sin embargo, al auscultar sobre la actitud que debería tener Macri respecto de la situación heredada, el 56,12% cree que el presidente “debería dar vuelta la página y seguir adelante sin culpar a nadie”. Mientras que el 39,42% asegura que “debería mostrar a los argentinos el detalle de las cosas que hizo mal el gobierno anterior y los problemas que creó”. La grieta, todavía intacta.

Distinta es la situación cuando se consulta sobre el tipo de oposición que ejerce el líder del Frente Renovador, Sergio Massa. El 63,03% cree que es “positiva” y que a diferencia de Cristina, “defiende los intereses del país” y “ayuda a resolver los problemas”. Un dato extra: el 72% de los que ven a Massa como un opositor constructivo, aprueba la gestión de Macri.

Las medidas con más apoyos y más críticas

Durante estos casi cuatro meses de Macri en el poder, casi todas sus medidas han causado polémica. Propuesto a dar -en muchos casos- un giro radical con las políticas que se venían implementando, al Gobierno nacional no le ha temblado el pulso para asumir, incluso, decisiones antipáticas como el sinceramiento de las tarifas de los servicios públicos. Sabor agrio al margen, la oposición (especialmente kirchnerista) se ha valido de esas medidas para ejemplificar lo que para ellos Macri representa: el feroz ajuste.

Pero más allá de los discursos, hay decisiones o en todo caso actitudes de Gobierno que parecen haber calado casi con unanimidad. Entre ellas, la “devolución del IVA” a los alimentos (86,97% de aprobación); “abrir el diálogo con la oposición” (81,68% de aval); “Ley de derribo para combatir el narcotráfico” (78,35% de respaldo); “ampliación de la AUH para monotributistas” (76,89% de valoración positiva). En el mismo sentido de respaldo se incluyen las “modificaciones en el impuesto a las Ganancias” (61,8%); “volver a acercarse a Estados Unidos y Europa” (60,28%) y la “quita del cepo cambiario” (61,12%), entre otros.

Sin embargo, las medidas más rechazadas son aquellas que están vinculadas con el impacto directo en el bolsillo, o por la percepción social negativa. Tal es el caso de los “despidos de personal del Estado” (47,11% de valoración negativa); la “eliminación de las retenciones a la minería” (40,50%) y el “aumento de la tarifa de luz” (67,63% de pulgares abajo).

Una curiosidad que también expresa el cambio de época. Pese al rechazo mayoritario a los despidos en el Estado, cuando se preguntó en particular la opinión sobre la baja de los contratos designados en el Senado por Amado Boudou, el 62,34% respondió estar de acuerdo con la medida implementada por la vicepresidenta Gabriela Michetti.

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