Adiós a Fabiana Villafañe, una “guerrera” del agua

Fue una de las caras visibles de las asambleas de vecinos contra la minería a cielo abierto. Falleció ayer a causa de una afección renal.

En 2000 protagonizó -junto a doña Lita Funes- la primera huelga de hambre en San Carlos, para exigir mejoras laborales. Desde entonces, Fabiana Villafañe fue una pieza irremplazable en las luchas gremiales, contra el abuso de poder y la violencia, a favor de los pueblos originarios y -sobre todo- una incansable defensora del agua.

Por eso, la muerte de esta activista central del Valle de Uco ha generado una fuerte conmoción en la región, pero también en los grupos ambientalistas de la provincia y el país.

Falleció en la mañana de ayer, tras haber permanecido varias semanas internada por una grave afección a los riñones. Desde entonces, amigos y activistas de distintos puntos del país manifestaron su dolor por la pérdida de esta “guerrera imprescindible” y convocaron a continuar su ejemplo de “lucha incansable por la Madre Tierra”.

Villafañe dedicó su vida a la promoción y defensa de los bienes comunes. También fue un engranaje clave en la batalla que libraron las asambleas de vecinos autoconvocados por el agua pura para la sanción de la Ley provincial 7722, que prohíbe el uso de sustancias tóxicas en los procesos mineros a cielo abierto.

En el último tiempo, Villafañe se había puesto al frente de las acciones comunitarias para evitar la venta y privatización de tierras militares en La Remonta, Tunuyán. Desde la primera hora, acompañó el reclamo de los pobladores históricos de la zona y la búsqueda de una solución que respetara el acceso al agua y demás bienes naturales y patrimoniales que el sitio contiene.

Comprometida en este proceso de militancia social, empezó a sufrir serias descompensaciones a nivel renal. A causa de estas patologías Fabiana fue internada en julio y, desde entonces, se encontraba en terapia intensiva del hospital Scaravelli. Según los informes médicos, falleció porque su estado se complicó aún más al contraer una neumonía.

“¿Y ahora cómo? Sin la certeza de tu fuerza movilizándonos, sin tu grito que nunca admitió medias tintas, sin vos implacable ante el poder y el saqueo. ¿Sin vos guerrera, cómo?”, fue uno de los mensajes que le dejaron sus compañeros asambleístas en la entrada de la sala de velatorio en La Consulta. Allí, sus restos serán velados hasta la mañana de hoy, cuando serán cremados. / G. Manoni

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