¿Para qué sirve un arquitecto?

Desde hace casi 3 décadas, he escuchado en infinidad de veces la pregunta sobre que hace y para qué sirve un arquitecto.

Respuestas del mismo interrogador han sido “hace dibujitos, croquis, planitos, o proyectitos”, siempre en diminutivo, como si esa expresión diera una ventaja en la futura negociación de honorarios, pensando que minimizando la tarea desde la calificación, se puede obtener rebaja de honorarios.

La verdad que si solamente un arquitecto estuviera capacitado para realizar lo que mencioné anteriormente, no hubiese sido necesario el paso por la Universidad durante 6 o más años, con innumerables noches de insomnio provocado por la obligación frente a un tablero o una computadora, ni las toneladas de papeles, ni las decenas de maquetas, ni los cientos de colores y marcadores con que graficamos las ideas.

Si le agregamos una vez terminada la carrera la infinidad de proyectos realizados y nunca materializados, y la cantidad de horas empleadas en dar forma a las ideas del cliente, podríamos decir que la vida social de un Arquitecto es bastante diferente a la de cualquier otro ser humano.

Para los que aun no saben para qué sirve un arquitecto les quiero comentar que la historia de la humanidad está plagada de ejemplos de aplicación de la creatividad y los conocimientos de arquitectos. Si hiciéramos una descripción de lo macro a lo micro, en su capacidad creativa y alcances profesionales por incumbencias, un arquitecto desarrollando su labor como urbanista puede diseñar trazados de ciudades por ejemplo, y como diseñador de interiores, darle forma a una pieza menor como lo es un picaporte, dándole un toque de diseño especial. Hay una inmensidad entre el diseño de una ciudad hasta la casi insignificancia de un picaporte, inmensidad que también puede abordar un arquitecto.

Esto sin desconocer la capacidad técnica adquirida en la etapa formativa y profesional, que le brinda la posibilidad de dirigir y gestionar una obra de cualquier envergadura hasta la alternativa de resolver con un diagnostico, cual debe ser la reparación correcta de una patología constructiva.

Y no quiero olvidarme de lo más importante que es la sensibilidad y la concepción del espacio habitable y bello, para que el ser humano pueda vivirlo a pleno.

Yo afirmo que un arquitecto no es un gasto. Es una inversión. Y si no coincide conmigo pregúntele a los que llamaron directamente a un albañil, un herrero o un carpintero para ampliar, reformar o reparar su inmueble. Pregúntele como le resultó “el ahorro” del Arquitecto. Sabido es que lo barato sale caro.

Hago un mea culpa: es cierto que muchos de nosotros los arquitectos no sabemos comunicar eficazmente que hacemos. Es cierto, si uno no sabe transmitirlo, mal puede pedir que el interlocutor lo comprenda. Entiendo que es una materia pendiente que deberá irse puliendo con el tiempo y con la ayuda de los entes que nos agrupan (Colegios, Sociedades, Consejos, etc.)

Finalmente sugiero que si Usted piensa en proyectar, construir o dirigir su casa, sepa que es mejor con un arquitecto Felices fiestas!!!!/ Arq. Carlos a. Grisolía Director de cetarq arqgrisolia@cetarq.com.ar

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA