Gabriel Balanovsky, uno de los directores del documental “Mujeres con pelotas”, que retrata el desconocido mundo del fútbol femenino en la Argentina, consideró que “las chicas ponen una pasión y unas ganas que no ves en el superprofesionalizado fútbol masculino, y eso hace que sea más entretenido un partido”.
El film está dirigido por Ginger Gentile y Gabriel Balanovsky y pone su lente sobre un grupo de chicas de la Villa 31 de Buenos Aires que luchó por formar su propio equipo, con el que llegaron a participar del Mundial de los Sin Techo en Brasil.
Pero, además, va más allá de una historia particular y revela el complejo entramado sobre el fútbol femenino en la Argentina y la lucha de las chicas contra el machismo en el deporte a nivel dirigencial y contra los tabúes sociales.
Sobre este punto, Balanovsky reveló que “las principales contras de las chicas en su círculo familiar son precisamente las madres y las hermanas que las ven como ‘marimachos’”. “Los padres incentivan la participación de las chicas, pero además las hacen partícipes del proceso de adquirir conocimientos, porque las llevan a la cancha, ven los partidos juntos y los comentan, y luego son ellos los que las incentivan a participar de la práctica del fútbol”, añadió.
Donde sí queda al descubierto el machismo y la falta de apoyo es a nivel dirigencial, donde el apoyo es casi nulo, a pesar de que la práctica del fútbol femenino crece a nivel agigantado en el mundo.
“Las chicas de los seleccionados femeninos practican en el predio de AFA en Ezeiza, con médicos, entrenadores, vestuario y técnicos pagados por la Asociación, pero solo reciben dinero para sus viáticos y eso dificulta mucho las cosas”, señaló el cineasta.
La película también tiene como protagonista a Mónica Santino, una de las pioneras del fútbol femenino en la Argentina y una importante activista en la lucha por la diversidad, que entrena al equipo de las “Aliadas” de la Villa 31.