Basada en los relatos del escritor indio Rudyard Kipling, la primera versión de "El libro de la selva" que creó Disney en 1966 fue un éxito rotundo. Fue también la última película animada en la que participó el propio Walt, que murió en diciembre de ese año, por lo que el estreno del film debió postergarse para 1967.
A punto de cumplirse 50 años de la concreción de aquella versión animada, llega ahora esta remake que también produce Disney y que dirigió el multifacético Jon Favreau, hacedor de títulos como "Iron Man" y productor de "Los Vengadores".
Favreau es un confeso admirador de la película original y, curiosa coincidencia, cumplirá 50 años en octubre de este año, es decir que estaba naciendo cuando la película original planeaba estrenarse.
La nueva versión
La película que se estrena hoy entre nosotros retoma las aventuras de Mowgli, un niño criado en la selva por una manada de lobos que, para sobrevivir a la amenaza de un tigre que no tolera humanos en la selva, se embarca en un fascinante viaje de autodescubrimiento con la guía de una pantera y un oso convertidos en sus mentores.
Mowgli es el único actor real de la película (el indio Neel Stehi, de 11 años, que nunca antes había actuado delante de una cámara y aquí hasta se permite cantar junto al oso que es su amigo en la película). El resto son todos animales creados por computadora con técnicas muy novedosas, entre ellas escenarios de un fotorrealismo que promete sorprender por el lujo increíble de detalles.
Las voces de los animales, en la versión original en inglés, corren a cargo de Bill Murray (el oso Baloo), Ben Kingsley (la pantera Bagheera), Idris Elba (el tigre Shere Khan), Scarlett Johanson como la hipnótica serpiente Kaa, Christopher Walken como el orangután Rey Loui, Lupita Nyong'o como Rakshan, la sobreprotectora madre loba, y Giancarlo Esposito como Aleka, el macho alfa de la manada de lobos.