¿Celebrar o conmemorar?

A veces, en la difusión de noticias, hemos podido advertir que se utilizan como equivalentes los verbos ‘celebrar’ y ‘conmemorar’. Ellos tienen algunas coincidencias, pero no son sinónimos totales ni completos.

Recordamos que los sinónimos son totales cuando los términos son intercambiables en cualquier contexto, sin que se produzca alteración alguna en el mensaje final; por otro lado, son completos cuando no hay diferencias entre su valor denotativo y su valor afectivo. Es por esta clasificación de los sinónimos que resulta tan difícil que dos términos sean perfectamente equivalentes.

En el caso del verbo ‘celebrar’, vemos que tiene una amplia y diversa aplicación: en primer lugar, ‘celebrar’ es “ensalzar públicamente a un ser sagrado o un hecho solemne, religioso o profano, dedicando uno o más días a su recuerdo”. Así, por ejemplo, ‘Los católicos celebran la festividad de la Virgen del Carmen’.

Emparentada con este primer valor, se da la segunda acepción: “realizar un acto formal con las solemnidades que requiere”: ‘Celebran las autoridades la puesta en marcha del nuevo sistema de voto electrónico’. La tercera acepción se refiere a los festejos por algo que merece ser festejado: ‘La familia se prepara para celebrar los setenta años del padre’.

Hay un concepto, presente en la cuarta acepción, pero subyacente en todas las restantes, que es el de “mostrar o sentir alegría o agrado por algo”: ‘Celebro tu acertada decisión’. Esa faz positiva está también latente en la quinta acepción, que es la de “alabar o elogiar algo o a alguien”, como en ‘Los argentinos celebramos la actuación de la selección en ese torneo internacional’.

El verbo ‘celebrar’ puede usarse también, según nos dicen las dos acepciones siguientes del diccionario académico, para indicar que se dice misa o que se lleva a cabo un acto litúrgico: ‘Vendrá este domingo un cura joven a celebrar la misa dominical’.

Si nos vamos al verbo ‘conmemorar’, vemos que encierra en su estructura interna el concepto de memoria, lo que se evidencia en la primera acepción: “Recordar solemnemente algo o a alguien, en especial con un acto o mediante un monumento”, como en “La placa descubierta conmemora la figura de quien dirigiera por primera vez esa biblioteca”.

Es la segunda acepción de ‘conmemorar’ la que asemeja su valor significativo al de ‘celebrar’, ya que el diccionario académico nos lo define, precisamente, como  “celebrar una fecha importante”: “Se conmemora hoy el aniversario de la fundación de este prestigioso establecimiento”.

¿En qué radica la diferencia entre un verbo y el otro? ‘Conmemorar’ puede usarse para hacer referencia a cualquier hecho, triste o alegre, festivo o luctuoso, mientras que ‘celebrar’ únicamente se debe emplear para aludir a actos solemnes o acontecimientos festivos o fechas importantes, no a hechos vinculados a la muerte o a alguna circunstancia dolorosa.

Entonces, será correcto decir: “Nos encontramos reunidos para celebrar (o conmemorar) un nuevo aniversario del nacimiento del fundador de esta institución”, pero no será apropiado decir “La comunidad celebra hoy los doscientos años de la desaparición física de un hacedor de nuestra cultura” dado que la muerte o desaparición física no constituye un acontecimiento festivo sino que está unida al dolor.

La Fundéu alude, además, a una expresión mal empleada: ‘celebrar una capilla ardiente”. La impropiedad de este uso radica en dos razones: la primera se relaciona con el hecho ya señalado del significado que debe tener el verbo ‘celebrar’; la segunda atañe a la definición de ‘capilla ardiente’, como “cámara donde se vela un cadáver o se le tributan honras” y “oratorio donde se llevan a cabo las primeras exequias de una persona, en la misma casa en que ha fallecido”; por lo tanto, si una capilla ardiente es un lugar, debemos tener en cuenta que los lugares o sitios no se  celebran, sino que se llevan a cabo en ellos ceremonias, en el caso de la capilla ardiente, de honra fúnebre.