"Un vitral o vitraux de colores es una composición formada por vidrios de colores pintados y cubiertos por esmalte unidos por medio de varillas de plomo. Los vitrales filtran la luz tiñéndola de diversos colores al ingresar al interior, esto genera un ámbito atractivo cargado de magia".
HISTORIA DEL VITRAUX
Existen varias técnicas para unir el vidrio: mediante la varilla de plomo, la cinta de cobre, o el cemento. Cada una tiene sus características especiales y depende de cada proyecto a realizar.
La técnica de colorear cristales se usó en el antiguo Egipto y en la Mesopotamia por el año 3000 A.C.; mil años después se moldeaban objetos de cristal transparente.
En las ruinas de Pompeya y Herculano, se encontraron vestigios que indican que los romanos de la clase alta utilizaban vitrales en sus villas y palacios. Más que una expresión artística, eran manifestaciones de gran lujo en la decoración.
Comenzó a considerarse una manifestación artística cuando Constantino permitió a los cristianos practicar su religión por el año 313 D.C y se levantaron iglesias basadas en los cánones bizantinos.
En el período románico ya se empleaba en las ventanas de capillas, y en el período gótico aparecen integrando la arquitectura de bóvedas de crucería y aventanamientos ojivales de las catedrales, vitrales de belleza exquisita, conservándose aun sus piezas coloreadas originales.
El movimiento del Art Nouveau trajo nueva vida al arte del vitral con su estilo romántico de líneas estilizadas y sensuales .
En Estados Unidos, Louis Comfort Tiffany produjo un nuevo estilo en sus vitrales de gran calidad. La opulencia de la sociedad industrial americana revivió el arte del vitral y aparecieron talleres como los de Tiffany y La Farge, cuyos estilos románticos armonizaban con la arquitectura neoclásica de la época.
La técnica del vitral ha llegado a nuestros tiempos desde el pasado, ya sea sobre cristales de color emplomado o entre muros de hormigón.
Podemos encontrar viviendas o edificios públicos, decorados de vitraux en interiores donde aparecen imágenes y figuras diversas en finas puertas o en cerramientos trabajados con vitrales, tal como en las catedrales góticas, o estilizadas como en el Art Deco, creando una atmósfera particular y llena de encanto recordando aquellos tiempos.
El vitraux evoca ese mundo gótico, un modo de entender o avisorar el misterio de la luz, un lenguaje óptico en juego de caleidoscopio. Es en el siglo XVI que se produce la verdadera revolución del vitral.
TÉCNICA DEL VITRAUX
Se abre para los artistas una época nueva. Con el uso del diamante se vuelve más sencillo el modo de cortar vidrio; se utilizan colores sólidos para las encarnaciones, esmaltes vitrificables para los vidrios incoloros y se amplían las variedades de grisalla.
El efecto que produce el vitral muestra el color filtrado con la luz penetrando al ámbito; el artista, al dibujar el futuro ventanal, sabe que este debe ser visto a contraluz y no a luz reflejada tal como sucede con un cuadro y que la selección de colores es limitada.
Al finalizar el dibujo base o cartón, se recorta en pequeños trozos llamados ¨calibre¨, luego el vidrio se corta según la forma de éstos, se ajustan las piezas al dibujo y las sombras se trasladan al vidrio teñido que el artista realza con esmaltes de distintos colores y modela los rostros.
El vidrio pasa por una cocción a 650ºC fijando los colores. Luego el ventanal recibe su bastidor de plomo realzando las figuras y amplía las líneas del dibujo para formar el conjunto. Ubicado ya en su sitio, el vitral constituye un acontecimiento artístico.
Marc Chagall uno de los más grandes artistas del siglo XX, nos ha legado vitrales de gran belleza, aportando nuevos materiales y las orientaciones estéticas actuales.
LOS ARTISTAS VITRALEROS
De todas las artes pictóricas el vitral es, quizás la más complicada. Esto se debe no sólo a que se consideran factores como la luz, que modifican completamente la apariencia, sino también por sus demandas estructurales. Los vitrales permiten una interacción entre dos fenómenos dinámicos: uno físico y otro químico. El factor físico es la luz y todos sus efectos. El químico es la variación del color que sufre el vidrio por la adición de varios óxidos metálicos mientras se está fundiendo.
El arte del vitral desciende del arte antiguo del mosaico y el esmaltado. De los mosaiquistas nace la composición de imágenes monumentales a partir de pequeñas piezas de vidrio coloreado. Con el esmaltado se empleó la técnica de unir estas piezas con tiras de metal y se usaron estas tiras como un elemento básico del diseño. Además del esmaltado está el esmalte vítreo, casi negro, hecho de polvo de herrumbre y vidrio mezclados con un pegamento para formar una pintura utilizada para dar grados de opalescencia y detallar las figuras.
La variedad de vitrales creados a lo largo del siglo XX desafían cualquier definición o clasificación. El Art Nouveau, el Arts and Crafts., Tiffany, y Antoni Gaudí, la primera Guerra Mundial y su demanda de ventanas conmemorativas con motivos históricos, así como la utilización en nuestra época como parte de la decoración doméstica, contribuyen a que los vitrales no hayan perdido vigencia.
"El vitral es un arte pictórico que puede concebirse como el arte de pintar con la luz. Tanto la refracción, el coloreado como el fragmentado del vitraux producen sensaciones únicas en su juego óptico".
El éxtasis y la emoción que un vitraux produce a quienes lo perciben, no podría lograrse de otro modo si no fuera por esta exquisita combinación. El vidrio, protagonista junto con la luz, son los dos responsables de esta sinfonía materializada. Es un modo de pintar con luz, un recurso que empleado con sensibilidad, armonía y maestría, ofrece un dinamismo sorprendente en el ambiente que ilumina, y una respuesta inmediata en el observador.