El entrenador de Boca Juniors, Rodolfo Arruabarrena, admitió anoche su preocupación por la actualidad del equipo que viene de sufrir tres reveses consecutivos y remarcó que en un club acostumbrado "a ganar" distan de lograrlo.
"Nuestros objetivos los tenemos muy claros, pero algo que hemos perdido es que estamos acostumbrados a ganar y eso es algo que ahora no lo estamos consiguiendo", reconoció Arruabarrena tras la caída por 2-0 ante Estudiantes de La Plata en el Estadio José María Minella, por la última fecha del triangular de verano en procura de la Copa de Oro, que quedó en poder de los Pincharratas.
Lo concreto es que los xeneizes, a media semana de lo que será el segundo Superclásico de 2016, están inquietos, porque a la vista sólo generan insatisfacciones tanto los resultados como el funcionamiento.
Se ganó ante el Emelec, pero luego se acumularon las derrotas ante el Racing Club, River y Estudiantes, y eso ocurre cuando se aproxima el comienzo de la temporada oficial. "Es algo que nos tiene que preocupar a todos y ocuparnos de errores infantiles que en algunos casos se pueden evitar", reconoció el Vasco luego del traspié ante el León platense.
Entre sus preocupaciones por la producción del equipo, el director mencionó "los errores y la falta de confianza en algunos sectores de la cancha".
"Me preocupa todo. El funcionamiento creo que es algo que hemos perdido, si bien me preocupa, las expulsiones también, más todavía", precisó el conductor de un Boca que había terminado 2015 con dos títulos, el de la Copa Argentina y el correspondiente al campeonato de los 30 participantes.
Arruabarrena, respecto del Superclásico, subrayó que en Boca es obvio que hay que ganar todo, pero también avisó que el delantero Daniel Osvaldo va a jugar sólo si se recupera de una sobrecarga muscular, dado que de ninguna manera va a arriesgarlo.
Al menos, con relación al susto que causó verlo salir en camilla al defensor Leonardo Jara, el primer diagnóstico del cuerpo médico es tranquilizador, dado que todo parece indicar que se trata de un pinchazo en un gemelo, es decir, a lo sumo un desgarro muscular.
