Rodolfo Martín Arruabarrena transita su laberinto Superclásico. El director técnico de Boca charla con Clarín y explica, paso por paso, su camino hacia la cita más importante de su historia como entrenador. Presiones, nervios, certezas, ansiedades, y pensamientos, todo a continuación.
-¿Cómo se vive una previa así desde el lugar del entrenador?
-Se piensa mucho. Programás los trabajos, leés, ves videos, situaciones del equipo rival, cómo están los nuestros y qué idea podés instalar. Armás un equipo, luego dos equipos, tres equipos, cinco equipos y después los destruís y armás otros más. Es una linda tensión. Es de lo mejor que tiene mi trabajo.
-¿Cuánto tiempo del día pensás en el Boca-River?
-Mucho. Sobre todo después del entrenamiento. Es constante. Vas a cualquier lado y la gente te lo dice. Que sacá a tal, que Orion o Sara, que una palabra de aliento por acá y una puteada por allá. De todo.
-De algún modo, estás tratando de meterte en la cabeza de Marcelo Gallardo, como él lo debe hacer con vos también.
-Sí. En ese sentido tenemos informes, análisis y trabajos que están orientados a comprender cómo trabaja el rival. Después hay muchas cosas que no se pueden controlar. Pero, ante un rival tan duro como River, los detalles cuentan.
-¿En qué momento de una final así disfrutás?
-Cuando todo eso que pensé en la previa se ve en la cancha. Guardiola decía que todos queremos ganar títulos y plata, pero que lo importante es ayudar a que el jugador crezca y que el día de mañana digan que dejaste algo en ellos. Comparto eso al ciento por ciento. Hay que ganar, claro, pero hay que dejarle una marca al jugador.
-¿Qué le decís al jugador ante un Superclásico, desde lo personal, más allá de la táctica?
-Que lo vivan. Que lo disfruten y lo sufran. Que el hincha de Boca sienta que los que están ahí adentro juegan por ellos. Ahora tenemos que demostrar para qué carajo estamos en Boca. Un Superclásico es un pequeño resumen de lo que implica vivir, porque pasás por todas las sensaciones. Son partidos que hacen historia. Y lo más lindo es quedar en la historia. Acá se gana el prestigio. Acá crecés como jugador y como persona. Un Boca-River ganado es una carta de presentación para el resto de tu carrera.
-¿Con qué soñás?
-Con que mis hijas no tengan novio (risas). Sueño con conseguir los resultados que Boca espera en el año. Tenemos mucho por mejorar y mucho por trabajar, lo sabemos. Sabemos que podemos dar mucho más y tenemos la chance de hacerlo frente a River. Lindo, ¿no?
El Vasco apuesta al "hambre" que tienen sus jugadores.
Rodolfo Martín Arruabarrena no tiene dudas. Aunque públicamente prefiera evitar dar nombres y se cuide perfectamente de dar pistas, el entrenador de Boca ya armó su esquema mental de equipos, planteos y jugadores. El Vasco cuidará a algunas herramientas en el primer clásico, el del torneo, armará un equipo para tener la pelota en la ida de la Libertadores y apuntará todos los cañones a atacar a River en la Bombonera, en el tercer duelo.
-¿Qué tiene River para ganarte?
-Tiene grandes jugadores y un muy buen juego. Ganaron la Sudamericana, pelearon el torneo y por algo están ahí arriba. Tienen un equipo muy trabajado.
-¿Qué tenés vos para ganarle a River?
-Tengo un grupo fenomenal, que sabe lo que quiere. Mis jugadores tienen hambre y eso es muy importante. No hay que olvidarse que anhelan esto.
-El reto de estos tiempos parece ser lograr el compromiso del jugador y conseguir identificación. Pareciera que tanto Gallardo como vos, con matices, lo han conseguido. ¿Cómo lo evaluás?
-Somos equipos que, con matices, tienen una idea futbolística clara y quieren plasmarla. Después depende del gusto de cada uno. Boca y River piensan en el arco rival. Son dos equipos que quieren ser protagonistas. Eso es importante. En el fútbol argentino también hay otros equipos que, con otras recetas, prefieren pensar más en el propio y que también pueden tener éxito. Son miradas. Ahí está lo lindo de nuestro trabajo.
-¿Es una buena noticia para el fútbol argentino que Boca y River hayan vuelto a pelear los torneos?
-Sí, creo que, finalmente, se están encaminando mejor que hace algunos años. Eso es una buena noticia, porque son equipos que le dan identidad a nuestro fútbol. Tienen mayor presupuesto y tienen el deber de ganar cosas.