La secretaria de Justicia Loretta Lynch confirmó hoy la detención del sospechoso de un tiroteo en el que murieron nueve personas al interior de una iglesia histórica afroestadounidense en Charleston, Carolina del Sur.
El jefe de la policía de Charleston, Greg Mullen, confirmó que el arresto se efectuó en Carolina del Norte.
Registros judiciales muestran que el sospechoso, Dylann Roofu contra por drogas, y un cargo menor de invasión de propiedad.
Roof fue arrestado en una detención de tránsito luego de que se lanzara una intensa operación para localizarlo.
Nueve personas murieron después de que el agresor abriera fuego durante una plegaria en una iglesia históricamente negra en el centro de Charleston.
Las autoridades describieron este ataque como un delito de odio.
"No hay lugar para actos como éste en nuestro país'', dijo Lynch en la conferencia de prensa en la que anunció que el Departamento de Justicia abrió una investigación por delitos de odio. "No caben dentro de una sociedad civilizada''.
"Haremos todo lo posible por sanar esta comunidad'', sentenció.
El sospechoso asistió a la plegaria realizada la noche del miércoles en la iglesia y permaneció en el lugar durante casi una hora antes de las muertes, informó el jefe de policía Greg Mullen.
Las víctimas son seis mujeres y tres hombres, señaló Mullen. No dio más detalles y comentó que los nombres de los fallecidos se darán a conocer una vez que se haya notificado a las familias.
El líder de la minoría en la cámara baja del estado, Todd Rutherford, dijo que el pastor de la Iglesia Emanuel AME, el también senador estatal Clementa Pinckney, es una de las víctimas.
Pinckney, de 41 años, casado y padre de dos hijos, fue electo al Congreso estatal a los 23 años, convirtiéndose en el representante más joven hasta ese momento.
"Nunca decía nada malo de nadie, incluso cuando uno pensaba que debería hacerlo'', dijo Rutherford, demócrata de Columbia. "Siempre estaba trabajando, ya fuera para sus feligreses o sus constituyentes. Tocó muchas vidas''.
Mullen dijo que se trató de un delito de odio y un vocero del Departamento de Justicia informó que las autoridades federales abrieron una investigación por este motivo. El portavoz habló en condición de anonimato debido a que no se había anunciado la investigación federal.
"Es un individuo muy peligroso'', resaltó Mullen.
El jefe de policía dijo que la iglesia era un caos cuando llegó la policía y que los agentes pensaron que tenían al sospechoso rastreado con un perro, pero se escapó.
El alcalde de Charleston, Joseph P. Riley Jr. describió el tiroteo como:
"un acto impensable e incomprensible de alguien con una mente trastornada''.
"Tener un crimen así en Charleston, donde una persona horrible y llena de odio entre a una iglesia a matar personas que rezan uno al lado de otros, es algo incomprensible y no se puede explicar'', dijo Riley. "Vamos a mostrar toda nuestra solidaridad con esa iglesia y toda su familia''.
El presidente de la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Raza Negra (NAACP por sus siglas en inglés), Cornell Williams Brooks, condenó el atentado.
"No hay peor cobarde que aquel que entra a la casa de Dios y asesina a gente inocente comprometida con el estudio de las escrituras'', dijo Brooks.
El ataque se da dos meses después del tiroteo fatal de un hombre negro y desarmado, Walter Scott, a manos de un policía blanco en la zona de North Charleston, lo que generó grandes protestas y resaltó las tensiones raciales en la zona.
El policía está acusado de asesinato y el tiroteo provocó que los legisladores de Carolina del Sur aprobaran una propuesta para ayudar a que todos los agentes en el estado portaran cámaras corporales. Pinckney fue promotor de dicha propuesta.