70 años pasaron. 70 años sin una medalla de oro en boxeo. Hasta hoy, que Brian Arregui le puso punto final a la sequía: en un apasionante combate, venció por puntos en fallo unánime al marroquí Yassine Elouarz y se convirtió en el nuevo campeón olímpico juvenil de peso welter, hasta 69 kilos.
Argentina no conseguía una medalla dorada en boxeo desde 1948. Pascual Pérez y Rafael Iglesias habían sido los últimos en ganarla, en los JJ.OO. de Londres. Pero este miércoles 17 de octubre el entrerriano acabó con esa cuenta y se colgó el oro, el úndecimo de Argentina en estos Juegos de la Juventud.
Las lágrimas bañadas en oro son de Brian Arregui. Esas que representan el esfuerzo aplicado por años y que llevaron, en otra tarde histórica, a la bandera argentina a lo más alto de los Juegos de la Juventud. Suena la campana y todos en el pabellón Oceanía del Parque Olímpico de Villa Soldati tenían una certeza. Esa que brindó Arregui durante los tres asaltos que lo vieron ganador por decisión unánime de los cinco jueces. Pero faltaba la confirmación oficial.
"Red corner. Rincón rojo”, se escuchó en los altoparlantes. Y Brian, con sus últimas energías, se despegó del suelo tres veces para saberse campeón olímpico del peso wélter y fundirse en un festejo junto a la multitud argentina.
Ya lo había anticipado. “Me veo con la medalla de oro colgada”, había dicho en la previa de la final. Y así fue. El entrerriano de 18 años venció al marroquí Yassine Elouarz y se consagró campeón en Buenos Aires 2018. Arregui consiguió así la medalla de oro número 11 para un representante argentino en estos Juegos.
El púgil de Villaguay sumó un reconocimiento al boxeo olímpico, la disciplina que, entre los mayores, más medallas le dio en la historia a la Argentina.
Este miércoles lo hizo frente a su hija Briana, de apenas un año y medio. “Es muy emotivo estar compartiendo toda esta experiencia con ella”, había dicho tras vencer en semis al uzbeco Jakhongir Rakhmonov. Ya coronado, le dedicó su medalla.
“Mi sueño es ser campeón del mundo y poder vivir del deporte. Terminar la casa que estoy construyendo para mi familia, comprarme un auto. Si me golpeo así es para algo”, le había dicho a Clarín el entrerriano de 18 años antes de los Juegos.