Rosario Central se impuso anoche 1-0 en condición de visitante al Racing Club, el último campeón del fútbol argentino, en uno de los partidos que dieron comienzo al novedoso torneo de Primera División de 30 equipos.
El gol lo hizo el joven Franco Cervi a los 3 minutos de juego, capitalizando un error del arquero de Racing, Sebastián Saja.
Racing fue una sombra del equipo que consiguió el título y perdió justificadamente contra el renovado Central de Coudet.
Un cartel luminoso indicaba que el ídolo de Racing batía el histórico récord de valla invicta que ostentaba Agustín Cejas cuando Saja se equivocó y le facilitó la apertura del marcador a Central.
Fue el debut oficial de Eduardo Coudet como entrenador del equipo rosarino.
Se jugaban tres minutos en el estadio Presidente Perón de Avellaneda cuando una ovación comenzó a bajar de las tribunas, mientras en los carteles de publicidad que rodean al campo de juego se leía “Chino Saja 587 minutos”, junto a un escudo de Racing.
El número hacía referencia a la ruptura de un récord que, en realidad, el guardameta no había alcanzado. El capitán de la Academia estaba clavado el reloj en ese número, pero todavía estaba a 79 minutos de Agustín Mario Cejas, que llegó a 666 entre 1975 y 1976.
La racha del histórico arquero racinguista comenzó con los 49 minutos que sumó en el empate 1-1 ante Ferro en la 13ª fecha del campeonato de 1965. Ese año acumuló otros 31 minutos en la victoria 3-1 ante River. Ese día entró por Luis Carrizo.
A ello se adicionaron los 586 que encadenó en 1966, hasta que el peruano Miguel Loayza lo batió en la séptima fecha del torneo de ese año, en el empate 1-1 entre Racing y River. Ese fue el número que generó la confusión con la marca de Saja.
De todas maneras, el mayor problema para el Chino no fue ese error en la cuenta, sino que segundos después el arquero se equivocó feo en una salida con los pies y le regaló el balón a Fernando Barrientos.
El rebote en el ex jugador de Lanús dejó el balón servido para el juvenil Franco Cervi, quien no dudó y, con un zurdazo medido, dejó en el suelo al hombre del récord que no fue y en silencio a los hinchas de Racing.