El primer encuentro tendrá como protagonistas a los Springboks, que arrancaron mal el torneo pero luego crecieron y están rindiendo en un gran nivel, y a los “Dragones”, que pese a sufrir lesionados en todos los encuentros han dejado una muy buena impresión en la primera fase.
La clave del encuentro pasará por la batalla de forwards. Si los sudafricanos logran dominar la pelota, a los galeses, que llegan muy golpeados, se les hará difícil contenerlos. Pero si los delanteros rojos logran que el dominio de la pelota sea equilibrado, los backs podrán desnivelar por fuera a una defensa de los “Boks” que no se ha mostrado tan sólida.
Cuatro horas más tarde, en el Millennium Stadium, los All Blacks y Francia reeditarán un partido con mucha historia en los mundiales. Ambos seleccionados se enfrentaron en las finales de los certámenes de 1987 y 2011, y en ambas ocasiones con triunfos de los “Hombres de Negro”.
Los neocelandeses, actuales defensores del título, son claros favoritos a quedarse con la victoria. Pero con Francia nunca se sabe, sobre todo en etapa de playoffs en los que "Les Bleus" aumentan su rendimiento notoriamente.
¿Cómo llega Argentina?
Con un estilo floreciente con el que realmente ha conseguido el viejo "rugido", estereotipo de la prehistoria del rugby de Los Pumas, más atractivo que los semifinalistas de 2007, el equipo de Daniel Hourcade ha entregado algunos de los más atractivas facetas de ataque en la Copa. Estuvieron igualados con Nueva Zelanda durante 50 minutos de su primer partido en Wembley y desde aquel encuentro vienen demostrando un juego de calidad integral, que le permitió marcar 22 tries. Sólo Nueva Zelanda y Sudáfrica han conseguido anotar más veces.
Jugador estrella. Hubo muchos de sus jugadores que se han destacado: el capitán Agustín Creevy, los wings Santiago Cordero y Juan Imhoff y el pilar Marcos Ayerza, por nombrar sólo algunos. Sin embargo, el hombre más destacado hasta el momento es el dueño de la camiseta número 10 color celeste y blanco: Nicolás Sánchez. Y no sólo el público de rugby es quien habla bien del jugador tucumano, sino que en Leicester, el astro del fútbol mundial Diego Maradona, se cansó de aplaudirlo y hasta le pidió su casaca.
Punto bajo. El tackle peligroso de Marcelo Bosch en la fácil victoria sobre Namibia podría resultar bastante caro después de su citación que dio lugar a una suspensión, por la que se perderá el partido ante Irlanda. Evaluado por Hernández como "un gran líder en defensa... que sabe leer los ataques que se acercan mejor que cualquiera de nosotros", podría ser una pérdida significativa.
Mejor frase. "Tuvimos una gran defensa, una de los mejores del mundo, pero no atacábamos mucho, y nos dijo que era imposible ganar partidos así, por lo que tratamos de cambiar nuestras mentes. Él lo hizo. Nosotros los argentinos somos latinos, nos gusta estar felices todo el tiempo, está en nuestras raíces y esperamos mostrarlo ahora con nuestro rugby". La frase es de Graham Henry, el ex entrenador de los All Blacks que entrenó a Los Pumas hace tres años, fue recordada por Martín Landajo, reflexionando acerca de cómo la cultura del rugby argentino se ha vuelto más creativa.
Perspectivas. Muy alentadoras. Puede que no haya tenido una prueba muy exigente desde la derrota contra los All Blacks, pero hizo un trabajo integral. Tienen jugadores con mucha confianza, con una sensación de estar en la mejor edad, y se enfrentan a una Irlanda herida cuyas ambiciones se han visto frustradas en dos oportunidades anteriores.
¿Cómo llega Irlanda?
Clasificó a dicha instancia en medio de una extraña pasión, dolor y lágrimas. Nunca hubo muchas dudas respecto del equipo número 1 del ranking europeo, acerca de que llegara a los cuartos de final, aunque su trabajosa victoria ante Italia puede haber sido para ellos el último partido romántico del torneo. Así que lo más importante fue haber hecho lo correcto en el duro partido ante Francia, que significaba no tanto quién fuera el ganador sino quién tuviera la posibilidad de evitar a los All Blacks. Irlanda se quedó con la victoria que le costó la pérdida por lesión de tres titanes, Paul O'Connell, Johnny Sexton y Peter O'Mahony.
Jugador estrella. Podría haber sido Sean O’Brien si el viejo “Tullow Tank” no hubiera golpeado en el primer minuto de juego directo en el estómago de Pascal Pape, lo que lo dejó afuera del partido con Argentina. En cambio, el elogio debe corresponder al segunda línea de Ulster, Iain Henderson, quien fue el “Man of the match” contra Italia y, tras quedar sorprendentemente afuera del once inicial contra Francia, ingresó por la afección de O’Connell y parecía igual de inspirado.
Punto bajo. Cuando el gran O'Connell estrelló su desesperado puño contra el suelo, yacía como un gigante verde vencido en el césped de Cardiff. Con todo el mundo sintiendo que una de las carreras internacionales más impactantes del deporte estaba terminada, uno podía imaginarse una nación ahogándose en un mar irlandés de lágrimas.
Mejor frase. Un simple tweet de otro de los grandes jugadores de todos los tiempos de Irlanda que resumía lo que significaba la pérdida de O'Connell para toda una nación. "Mi tristeza se tiñe de orgullo absoluto después de haber pasado 16 años con uno de los grandes competidores de Rugby. #gentleman #Leader #1ofakind" , escribió Ronan O'Gara.
Perspectivas. Las pérdidas de O'Connell y O'Mahony, fuera del torneo, y O'Brien ausente en el partido contra Argentina, puede sentirse como potencialmente calamitosa, pero el modo en que jugadores como Henderson, Ian Madigan y Chris Henry estuvieron a la altura contra Francia, fue un clara muestra de que hay vida más allá del equipo de los O'. Hay todavía fortaleza y carácter en el equipo. Por lo tanto, no es para lamentarse por qué Irlanda estará a la altura, cantado con creciente vigor presentará jugadores que por primera vez estarán en los cuartos de final.