Comenta el Arq. Alejandro Apa: “Hubo rápidos cambios sociales y si bien las transformaciones de la arquitectura llevarán más tiempo, está naciendo una generación de casas centradas en el valor de la experiencia de hábitat, donde la gente despertó a vivir más intensamente hoy y no postergar para más adelante”.
-¿Hubo cambios en la arquitectura de casas a partir de estos dos años de pandemia?
-La tendencia es la versatilidad de usos en cada ambiente y el foco está puesto en el disfrute del día a día y en la conexión con el exterior. Buscan que los espacios puedan ser usados al mismo tiempo para trabajar o estudiar, meditar, recibir amigos y cocinar como si fuera un arte y un ritual. Lo gastronómico se convirtió en el eje de la casa, porque la gente aprendió a cocinar. Se resignificó la conexión con las amistades y el placer de reunirse, ver películas, hacer karaoke o tomar unos tragos. Pero esta visión más hedonista no solo es para compartir reuniones sociales, sino para disfrutar en forma individual y familiar.
-¿Siendo expertos en residencias de alta gama, como se expresa hoy el lujo?
-El lujo está en explorar los sentidos, disfrutar una mayor conexión con la naturaleza y sus elementos, el paisaje, el aire y el cielo, el agua y el fuego. Hay una mayor exigencia desde lo funcional para vivir a pleno cada ambiente y sus exteriores. Pero también desde lo estético, una mirada más refinada sobre el diseño. Los clientes exploran mucho más las tendencias del mundo por internet y buscan nuevas experiencias de habitar.
-¿Cambian las funcionalidades de la casa?
-La verdadera casa inteligente tiene que ver con la flexibilidad en el uso de los espacios dependiendo el momento del día y la semana. La frontera que antes había entre lo público y lo privado se fusionó en espacios más fluidos y a la vista. Se trata de vivenciar a la casa con la incorporación de la naturaleza con funciones más recreativas y lúdicas, como terrazas verdes, decks, galerías con livings completos, salas de cine y de juegos, vinotecas, barras interiores y exteriores.
Los escritorios pueden también estar al aire libre, y por ello tienen que tener buena conexión WiFi. El salón de usos múltiples reemplaza e integra al playroom, el sector de huéspedes y escritorio. En cuanto a las habitaciones, ocupan cada vez mayor superficie, creciendo cerca de un 20 a 25%, sumando buenas vistas y mucha entrada de luz. Las suites son más lujosas que las de hoteles de lujo, donde los baños se diseñan para permanecer más tiempo, con bañeras exentas, grandes receptáculos de ducha y una zona de mini spa con sauna húmedo tipo turco. La zona de inodoro y bidet están compartimentadas y con juegos independientes para la pareja.
-¿Cómo se expresan las aspiraciones de sustentabilidad y tecnología?
-Las casas están dotadas de tecnología pensada para ganar tiempo y vivir más fácil, no como una moda. La domótica debe ser amigable y brindar eficiencia y tranquilidad, con controles de iluminación o control de acceso con reconocimiento facial y cámaras. Se usan sistemas de detección de voz y está todo centralizado desde el celular.
En cuanto a la sustentabilidad, la motivación por salvar el planeta se mira por el lado de la eficiencia energética y la inversión que permita ser amortizada en el tiempo para bajar tarifas de servicios. También es clave estudiar la orientación de la casa y diseñar sistemas de control solar con lamas verticales y parasoles, voladizos de aleros o toldos verticales en fachadas al oeste, así como tener iluminación natural en cualquier horario. El calefactor solar es bastante demandado y sobre todo para climatizar la piscina, lo que permite una buena amortización de la inversión inicial gracias a los ahorros futuros en energía.
-¿Las variables económicas cambiaron en estos dos años?
-Estamos en un momento histórico en el que el valor de la construcción está muy bajo respecto al dólar. Es una meseta que se ha sostenido por la pandemia, aunque lleva cerca de 5 años y representa cerca de un 40% menos que los valores históricos, que habían llegado a 1.500 dólares por metro cuadrado. Hoy el costo promedio de construcción puede oscilar entre 1.000 y 1.200 dólares el m2 construido y una vivienda de gama más alta puede alcanzar los 1.400 dólares.
Estos bajos costos por m2 y el cese de actividad por varios meses motorizaron la construcción, lo que se sumó a la necesidad de vivir en conexión con la naturaleza. Al mismo tiempo, los terrenos subieron mucho en estos dos años y un lote de agua, polo o golf, hoy se paga entre 500 y 700 dólares el m2. Por eso la inversión en arquitectura debe tener una lógica con la de la tierra.
La clave de una buena inversión seguirá siendo el buen diseño, la funcionalidad y buena construcción. La vivienda es un bien inmobiliario y no debe ser diseñada solamente en función de los gustos del cliente, sino que también hay que tener en cuenta al mercado, para que sea un “cheque en blanco” a futuro. Otra de las claves es construir pensando en el bajo mantenimiento de la propiedad.
-¿Cómo se reflejan estos cambios en “Casa Ovni”?
-Este proyecto nació con la pandemia y refleja muchos de los nuevos paradigmas de estos tiempos. Se trata de una casa diseñada para el disfrute de un paisaje único, con 75% de bordes de agua. Por ello es una casa “faro” con ambientes curvos, sin ángulos vivos, que abre vistas 360° hacia ese paisaje náutico.
El corazón de la casa es un gran espacio central a modo de hall en doble altura, con una cúpula vidriada que permite el ingreso de luz y las vistas cenitales. Como el proyecto está concebido desde el concepto general de priorizar el disfrute social, predominan los espacios para reuniones, para compartir música, comidas y atardeceres entre amigos, acorde con el pedido de sus propietarios, una pareja sin hijos con una vida social muy activa.
El proyecto de una casa circular tipo Ovni, con paredes y paños de vidrio curvos que den movimiento, permite abrir vistas amplias 360°. La piscina rodea la casa como si fuera un canal de agua, enfatizando la sensación de flotar y sumando conexiones entre el interior y el exterior con 4 puentes y 2 pasarelas. En el último piso de terrazas se encuentra un deck con una segunda piscina rectangular con piso de vidrio que podrá verse con asombro desde el estar en doble altura en el primer piso.
El proyecto “Casa Ovni”, llevado a cabo por el estudio Apa Arquitectura, recibió en el mes de enero de este año el Americas Property Awards en la categoría “Single Residences”. Se trata de la tercera vez que el estudio liderado por el Arq. Alejandro Apa recibe este prestigioso galardón internacional de origen inglés, habiendo logrado premios en 2017-18 y 2020-21.