Este modelo no es nuevo, existe desde hace más de 20 años. Sin embargo, en los últimos años ha logrado posicionarse gracias a su potencial tecnológico y de innovación para diferentes soluciones en la industria de la construcción. Existen aplicaciones a corto, mediano y largo plazo que atienden diferentes necesidades del mercado y que en conjunto con tecnologías como BIM, realidad virtual (VR) y el modelado 3D y 4D logran edificaciones innovadoras y revolucionarias.
El Instituto de Construcción Modular de Estados Unidos (MBI, por sus siglas en inglés) estima que, debido a que los procesos de prefabricación ocurren simultáneos a la obra en sitio, los proyectos pueden ser completados de 30 a 50 por ciento más rápido que con la construcción tradicional; ya que del 60 al 90% de la construcción se lleva a cabo en los talleres de prefabricados, evitando así retrasos causados por el clima o por condiciones humanas.
Sin embargo, la prefabricación va un paso más allá e incluye casos a largo plazo como lo son edificaciones permanentes que incluyen hoteles, escuelas y viviendas; en cuyos casos la realidad virtual y el modelado 3D y 4D juegan un papel importante. Herramientas como Revit y Navisworks permiten tener el modelo inteligente con toda la información del proyecto antes de ser construido, lo que sirve no solo para visualizar el producto final sino también para unificarlo con todos los procesos de manufactura.
Uno de los casos más recientes es el de hotel modular más alto del mundo, ubicado en Manhattan y cuya construcción comenzó en 2019. Este hotel tendrá una capacidad de 168 habitaciones y 26 pisos. La constructora a cargo, Skystone, fabrica las habitaciones completamente terminadas, lo que incluye acabados, muebles y equipos, en una instalación en Polonia y después las envía en contenedores a la ciudad de Nueva York donde son ensambladas en el sitio de obra.
La prefabricación no solo reduce tiempos y costos de construcción drásticamente, sino que también permite que el trabajo en el sitio de obra sea más seguro, disminuya el ruido y se aprovechen los espacios de una manera más inteligente, ya que el ensamblaje de piezas se lleva a cabo en un lugar distinto. Además, este modelo de construcción tiene un impacto significativo en el medio ambiente, ya que los procesos de fabricación son más controlados, genera menos desperdicio y se recicla el material sobrante.
El tema de prefabricación no se limita a estructuras de edificaciones, también se aplica para los sistemas de ventilación, calderas y máquinas de calefacción; sin duda es un modelo que expande las posibilidades de la industria tanto para proyectos que requieren de una respuesta rápida, como lo son los hospitales modulares o bien para ambiciosos edificios como hoteles de más de 26 pisos. Además, este modelo ya está aprovechando tecnologías como la impresión 3D para la fabricación, el diseño generativo de piezas específicas y el uso de robots para controlar y automatizar procesos de construcción, lo que junto con la creatividad humana transforman la forma de construir en la industria.