A la hora de elegir los electrodomésticos para una cocina surgen varias dudas, pero una de las primeras preguntas que debemos hacernos es si queremos que se encuentren visibles e integrados al espacio.
La clave está en concebir al diseño como cómplice. La forma en que se disponen los objetos dentro del ambiente, los tonos elegidos y todos aquellos elementos que potencien la capitalización de cada metro cuadrado serán fundamentales para hacer de pequeñas y grandes cocinas, ambientes en los que se desee permanecer.
¿Cuáles son los trucos?
Hoy te brindamos algunos puntos a tener en cuenta para transformar el ambiente más concurrido del hogar en ese lugar en el que todos los integrantes puedan disfrutar.
- Muebles que incorporen a los electrodomésticos en sus diseños. Heladeras y freezers combinables, lavavajillas y lavarropas se suman al interior del mobiliario. El objetivo puede ser esconderlos o integrarlos para generar continuidad visual. Este efecto permite provocar armonía, generar liviandad.
- Los herrajes como facilitadores: los sistemas elevables para alacenas, por ejemplo, así como los giratorios para las esquinas de los bajo mesada, resultan fundamentales para optimizar el espacio de guardado.
- Esenciales que se incorporan a las mesadas. La estrella de esta categoría son los anafes y hornos empotrados o cestos sobremesada. Permiten facilitar el proceso de preparación de alimentos y otorgarle un lugar estratégico a un elemento de primera necesidad dentro de la cocina.
- Iluminación: las tiras LED permiten jugar con la profundidad del mobiliario u otorgar ciertos focos de atención dentro de las cocinas.
El hogar se está resignificando, cada espacio recobra protagonismo y la cocina no es la excepción.
Asesoró: Häfele