Los empresarios se muestran optimistas con respecto al 2022 y continuarán apostando a la inversión privada

La 19ª edición del Estudio de Opinión Construya encontró optimismo entre empresarios y profesionales del sector. De todos modos, reclaman mayor estabilidad cambiaria y acceso al crédito. Los resultados recogen las opiniones de representantes de todo el país.

Los empresarios se muestran optimistas con respecto al 2022 y continuarán apostando a la inversión privada

Dos datos que destacan, a nivel nacional de la EOC: el 92% de las respuestas a nivel nacional afirman que es el privado quien empuja el sector a través de obras pequeñas, medianas y grandes, y de remodelaciones o ampliaciones; en tanto, el 68% de los encuestados es optimista con respecto al 2022 y cree que el próximo año el nivel de actividad en el sector inmobiliario y de la construcción aumentará o en el peor de los casos se mantendrá igual. Sin embargo, también sostienen que la incertidumbre por el tipo de cambio y la menor disponibilidad de financiamiento son las principales dificultades que enfrentan.

Más específicamente, la región más optimista por lejos es el NOA, en donde el 33% de los encuestados espera un 2022 de mayor actividad. Del otro lado del espectro, la mayoría relativa de los encuestados en Cuyo cree que caerá la actividad en los próximos meses (42%) y el 39% que seguirá igual.

De todos modos, a nivel nacional el sector vive un momento de optimismo para 2022, si se lo compara con los niveles de actividad que los encuestados registraron durante el 2021, año en el que el 34% vio disminuir la demanda de su trabajo y el 30% no registró cambios.

En cuanto a las actividades, las inmobiliarias fueron el sector más golpeado en 2021, con casi la mitad de ellas (48%) viendo una caída en sus operaciones. El dato no sorprende, ya que es sabido el impacto negativo que tuvo el cepo cambiario y la brecha cambiaria, al restringir las operaciones de compraventa de unidades terminadas y alentar la construcción desde el pozo. No obstante, ello, son las más optimistas de cara al 2022.

En cambio, la construcción fue donde más se vio un incremento en la actividad durante el 2021. El 49% de los maestros mayores de obras tuvieron mayor actividad este año, al igual que el 40% de las empresas constructoras, el 47% de los ingenieros y el 39% de las distribuidoras de materiales.

Ahora bien, a nivel nacional hay algo que tienen en común todas las actividades y regiones: el sector privado sigue siendo el gran impulsor del sector, ya sea a través de obras medianas y pequeñas (48%), refacciones y ampliaciones (32%) u obras grandes (12%).

Al mismo tiempo, apenas el 8% de los encuestados eligió la obra pública como un impulsor de sus negocios. De esta manera, como ya ocurrió en encuestas anteriores, el sector reafirma la importancia que tiene la actividad privada.

Además, se vuelve a sostener que la construcción como refugio de valor es, por una amplia diferencia, el mayor aliciente para el sector.

En tanto, la disminución del precio del metro cuadrado (en dólares), el facilitador que en la encuesta anterior fue elegido por el 31,7% de los encuestados, tuvo una caída importante y esta vez solo fue considerado por el 20%.

Si bien el sector se muestra optimista con respecto al 2022, también exige al Gobierno mayor previsibilidad en cuanto al tipo de cambio y posibilidades financiación.

En la encuesta anterior, se consideró que el gran freno a la actividad era la alta carga impositiva. En cambio, en esta última edición, este freno a la actividad pasó al cuarto puesto. Con el 17%, incluso quedó por debajo del mayor costo de la construcción.

Según los representantes del sector consultados, en la actualidad, las dos principales dificultades para llevar adelante su negocio son la incertidumbre por el tipo de cambio y la menor disponibilidad de financiamiento (25 y 24%, respectivamente).

Si se analiza la totalidad de las respuestas, las mayores dificultades están relacionadas con temas que dependen de las políticas y la gestión públicas: tipo de cambio, posibilidad de financiamiento, presión impositiva y costo de la construcción.

En cambio, aquellas variables que dependen de la dinámica de oferta y demanda (costo de los terrenos, disponibilidad de terrenos y menor inversión en obras privadas) apenas reunieron el 17% en total.

Por último, vale la pena destacar que la construcción fue el método de ahorro más elegido (45%) y casi 8 de cada 10 encuestados afirmaron que, teniendo en cuenta la baja en el costo de la construcción en dólares, es un buen momento para invertir en construcción.

Sobre el 19º Estudio de Opinión Construya

La encuesta se realizó entre el 15 y el 29 de noviembre de 2021, tuvo alcance nacional y se obtuvieron 420 respuestas (en la anterior realizada este mismo año se había obtenido 483 respuestas). La información fue relevada sobre un cuestionario integrado por preguntas cerradas y abiertas.

El objetivo del estudio es establecer las expectativas relacionadas con la actividad de la construcción y el mercado inmobiliario e indagar sobre oportunidades de mejora, factores dinamizadores y dificultades del sector.

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