Fue el primer cumpleaños que le celebraron en toda su vida y estaba feliz: la niña mendocina que sufrió bullying en una escuela de Tupungato y cuya historia se viralizó en todo el país cuando lloraba porque le decían “gorda”, cumplió 6 años y personas solidarias del pueblo lo festejaron a lo grande.
“El festejo fue el domingo, el mismo día de su cumpleaños, y nunca había visto tan feliz a mi hija. Jamás habíamos podido celebrarlo”, sostuvo a Los Andes su mamá, emocionada.
El evento, con inflables, música, karaoke y juegos para los muchos chicos presentes, además de una enorme torta con la figura de una princesa, se realizó en el playón deportivo del barrio El Progreso, donde vive la menor. También, por supuesto, estaban sus familiares.
Si bien fueron numerosas las personas que se involucraron con la fecha, la organización corrió por cuenta de Fabián Domínguez, miembro del Ejército Argentino, quien se dedicó a pasar música, y el fotógrafo local Roly Gómez, quien inmortalizó cada momento (no se publican fotos de la niña por pedido judicial).
También fueron invitados los miembros del Cuerpo de Bomberos Voluntarios, quienes se ocuparon de un exquisito chocolate para todos los chicos presentes.
Una amiga no vidente de la cumpleañera le “regaló” una canción, que fue el cierre de una tarde soñada para la chiquita, que hoy cumple con clases domiciliarias.
La menor no está concurriendo de manera presencial a la escuela y si bien se han tomado las medidas del caso con psicopedagogos y psicólogos, además de docentes, su mamá anticipó que el deseo de su hija cambiar de establecimiento.
“Estamos viendo el tema del transporte”, dijo.
La historia del acoso
Como se informó oportunamente, a principios de abril la tía de a niña la filmó mientras contaba que era objeto de bullying en la escuela, donde le dicen “gorda chancha”. A puro llanto, la niña señalaba que no quería ir más al colegio. Que no daba más: así de simple y doloroso.
Desde la Dirección General de Escuelas (DGE) se informó que se dio inmediata intervención y se activó el protocolo para estos casos. La inspectora regional del Valle de Uco, Rosa Aznar, dijo a Los Andes que “se tomaron las acciones pertinentes” para casos como este, enmarcados en la denominación de “acoso entre pares”.
De este modo, se realizaron intervenciones en el aula (se dialogó entre alumnos y docentes respecto de los vínculos), se citó a los padres de la menor y también a los responsables de los compañeros que propiciaron las burlas y, lo más importante, se derivó a la niña a profesionales que hacen de soporte en la institución.
“No quiero ir más a la escuela. Me dicen gorda”, confesó llorando en el video, ante la cámara de su tía que decidió filmar la desgarradora confesión de su sobrina para que algo cambie.
“Me tratan de gorda chancha, estoy cansada. Me tienen harta”, repitió la nena, que lleva dos años dentro del sistema educativo pero ya le bastó para enfrentar la crudeza de sus compañeros. “¿Qué está pasando? No lo quería hacer público, pero ¡basta! Ella es mi sobrina y recibe bullying todos los días en la escuela. Tan sólo tiene 6 añitos ¡Basta de bullying! Los niños también sufren. Pónganse todos en el lugar del otro”, escribió desesperada en su Facebook, la tía.
La publicación generó un impacto tremendo en las redes. Más tarde se supo que la escuela donde sucedió el hecho es la Lindor Castillo, en La Arboleda, Tupungato. Es la menor de cuatro hermanos y, aquel día, al llegar del establecimiento tiró la mochila, empezó a llorar y contó lo ocurrido.