Este tipo de inversiones siempre son seguras, ya que a pesar de los vaivenes económicos del país, nunca pierden valor. Muy por el contrario, dependiendo del emprendimiento elegido, pueden duplicar o triplicar el valor inicial.
Pero a la hora de embarcarse en la compra, que es una decisión muy importante, hay que analizarla con mucho cuidado y teniendo en cuenta diferentes variables como el lugar, la cercanía a centros urbanos, fundamentalmente colegios, los medios de transporte, los gastos, impuestos y comisiones, entre otros.
“Muchas familias buscan un cambio de vida y cumplir con el sueño de la casa propia. La compra de terrenos es más accesible y económica. El costo de un lote es mucho menor y los tiempos para incorporar los recursos económicos para la construcción se pueden adecuar a los presupuestos de cada uno. Sin embargo, ante el rápido crecimiento del sector, es importante informarse sobre el lugar y la persona o empresa con quien se realiza la compra”, afirma Fausto Reig, responsable de San Eliseo Country.
Una vez tomada la decisión, cada comprador deberá evaluar en función de sus necesidades, distintos aspectos relacionados a la obtención de un terreno. Si los terrenos están dispuestos en un barrio o en un loteo, habrá que tener en cuenta no solamente su valor sino también comparar el tamaño de los terrenos, su ubicación dentro del loteo, su orientación; si está sobre avenida, ruta o calle interna, los accesos y la cercanía a distintos centros de salud, educación y esparcimiento, entre otros.
Algunas claves que ayudan a decidir la compra son:
- El desarrollador:
El desarrollador del barrio es un factor importante a tener en cuenta al elegir el terreno. Se sugiere averiguar cual es la empresa que tiene a su cargo el desarrollo del emprendimiento. ¿Tiene experiencia en el mercado? ¿Ha desarrollado proyectos similares?
- Situación del terreno:
Es lo que respecta a lo legal y reglamentario del terreno, es decir si tiene deudas, si posee escritura, si es un loteo en desarrollo, el boleto de compraventa, certificaciones, entre otras.
- Precio y financiamiento:
Es el momento de pensar en cómo pagarlo. Si se tiene el valor total se puede comprar de contado, incluyendo los gastos de la operación (honorarios inmobiliarios, escritura, etc.).
Si no se llega al valor total de los lotes, se enfoca la búsqueda a los que ofrecen financiación, que generalmente van a ser barrios en desarrollo (loteos). O ver los créditos de entidades bancarias.
A tener en cuenta: los barrios en desarrollo no permiten construir una casa de forma inmediata, por lo que, si se tiene el dinero para cercar, plantar árboles y comenzar a construir, hay que pensarlo dos veces, porque tal vez falta años para poder tener la posesión del terreno (y generalmente un año después se pueden escriturar).
Algunos proyectos de desarrollo ofrecen financiación, como un adelanto y cuotas hasta terminar de pagarlo.
- Ubicación y orientación:
Otros datos a tener en cuenta para la elección son la ubicación del lote dentro del barrio, y la orientación del mismo respecto del sol.
En cuanto a la ubicación, puede estar sobre calles principales o internas, de doble o simple circulación, o sobre una calle sin salida. Los lotes ubicados sobre esquinas tienen como puntos a favor: mayor ventilación e iluminación; se ven más amplios porque tienen mayor área de fachada, mayor posibilidades para los accesos. Y por ende mayor valor comercial.
Con respecto a la orientación, es fundamental tener claro cómo queremos recibir el sol en nuestra propiedad. La orientación más buscada es la Norte, pues habrá sol en el lote durante todo el día, ideal para disfrutar de la piscina hasta tarde en verano.
- Medidas:
La mayoría de los terrenos, de forma rectangular, tienen dos medidas denominadas frente y fondo. El frente determinará la relación de la casa con la calle y el fondo su posibilidad de expansión. Si bien las medidas del terreno condicionan el tipo de casa, no significa que haya terrenos malos, sino que la casa deberá ser pensada según las características de cada caso.
En zonas urbanas, los terrenos normalmente suelen ser rectangulares. Pero dentro de los barrios privados, en los que hay calles curvas, la forma de los terrenos puede ir mutando. Por ello es importante detenerse en la forma del terreno, el ancho del frente, el largo y el ancho de fondo.
- Uso del suelo:
Este aspecto depende en gran medida del sector en el que esté ubicado el lote. Si está en una zona residencial o dentro de una urbanización, seguramente su uso estará restringido para vivienda. Por eso, si se planea construir otro tipo de edificación hay que averiguar previamente los usos que se le pueden dar al suelo en ese predio.
- Investigá sobre la zona:
Es recomendable hacer un estudio geográfico de la zona para saber si existen riesgos de inundaciones, derrumbes o cualquier otro fenómeno natural. Asimismo, hay que investigar si existen fábricas o conductos de petróleo o gas cerca del lugar y los futuros planes de desarrollo del sector, todo esto puede ser determinante para tomar una decisión final.
- Servicios e infraestructura:
Esto incluye que el barrio sea lo que buscás en cuanto a áreas verdes, iluminación, alcantarillado, así como la disponibilidad para los servicios públicos una vez construida la vivienda.
Una vez que se hayan despejado todas estas dudas, es hora de que la familia pueda buscar un terreno que se adecue a las características que necesitan, con perspectiva de crecimiento en valor.