El Premio Pritzker o “Nobel de la Arquitectura” se considera internacionalmente como el mayor honor y fue otorgado al arquitecto y urbanista británico David Alan Chipperfield.
“Sutil pero poderoso, moderado pero elegante, es un arquitecto prolífico que demuestra su reverencia por la historia y la cultura, que honra los entornos naturales y construcciones preexistentes, mientras reinventa la funcionalidad y accesibilidad de nuevos edificios”, detalla el comunicado oficial de la Fundación Hyatt.
Chipperfield sucede así a Francis Keré (2022) y Anne Lacaton junto a Jean Philippe Vassal (2021), convirtiéndose en el ganador número 52 del premio fundado en 1979, cuya ceremonia de entrega se llevará a cabo en Atenas, Grecia, el próximo mes de mayo.
Asentado en Londres y con oficinas adicionales en otros cuatro países, el profesional británico de 69 años trabajó en diversas partes de Asia y Europa, y también en ciudades estadounidenses como Davenport, Iowa, y Anchorage (Alaska).
“Estoy tan abrumado de recibir este honor extraordinario y de estar asociado con los ganadores anteriores que han brindado tanta inspiración a la profesión. Tomo este premio como un estímulo para continuar dirigiendo mi atención no sólo a la esencia de la arquitectura y su significado, sino también a la contribución que podemos hacer como arquitectos para abordar los desafíos existenciales del cambio climático y la desigualdad social”, expresó Chipperfield.
Entre sus proyectos más destacados se encuentran el Neues Museum de Berlín, la James-Simon-Galerie y el master plan para la Royal Academy of Arts. También sobresalen el Museo de Arte de San Luis, en Misuri, Estados Unidos, y el museo Hepworth Wakefield, en Inglaterra.
Obras como el Museo de Literatura Moderna de Marbach (Literaturmuseum der Moderne o LiMo), Alemania, y la Biblioteca Pública de Des Moines, en Iowa, son características de este abrazo a lo construido y a la sostenibilidad.