Para aquellos que vuelven a sus puestos de trabajo de manera presencial es de suma importancia estar en ambientes seguros y acondicionados a los tiempos que corren: espacios amplios, con circulación cruzada de aire donde poder trabajar cómodamente y con la tranquilidad de estar siendo cuidados frente a la posibilidad de contagios por COVID y otras enfermedades.
Una “oficina inteligente”, a diferencia de las comunes, está preparada para no tener que tener contactos en las puertas, cortinas, aire acondicionado, termostatos de caldera, teclas de luz, cafeteras u otros botones y perillas. A través de una simple app de celular, o bien mediante comando por voz, cualquier empleado podrá manejar, prender o apagar los diversos artefactos.
También es factible instalar sensores inalámbricos en las ventanas para identificar si las mismas se encuentran debidamente abiertas, de manera tal que permitan la ventilación adecuada de oficinas y espacios cerrados. Asimismo, las cámaras infrarrojas colocadas a la entrada permiten identificar si un empleado o invitado tienen temperatura corporal sospechosa y actuar en consecuencia según los protocolos vigentes.
Una oficina con sistemas de módulos y sensores inalámbricos logra determinar la cantidad de personas que están en un mismo ambiente y alertar en caso de exceder el límite permitido. Asimismo, puede bloquear los accesos a espacios comunes o salas de reuniones hasta tanto no hayan sido debidamente desinfectados.
Otros beneficios
La automatización de las oficinas, además de aumentar la seguridad y maximizar el confort de empleados y empleadores, colabora con el ahorro de energía, fomentando un consumo más eficiente de la electricidad. Así, mientras nos cuida del COVID, también determina cuándo encender o no la iluminación y a qué nivel de luminosidad. De esta manera, la implementación de oficinas inteligentes permite ahorrar hasta un 30% del consumo eléctrico, lo cual se ve reflejado en las facturas de servicios.
Un sistema de automatización inteligente toma las decisiones sin nuestra intervención, lo cual nos hace vivir un poco más seguros y con menos preocupaciones.
Sebastián Ikonicoff, CEO de Life2Better, opina finalmente que “la ecuación es tan sencilla como una regla de tres simple: a mayor seguridad, mayor confort, lo que deviene en un nivel superior de productividad. El resultado es un win- win donde todos ganan”.
Asesoró: Life2Better