6 tipos de elementos de protección personal obligatorios en toda construcción

En toda construcción existen diversos factores a tener en cuenta para limitar en gran medida las consecuencias de un accidente o, incluso, evitarlo. Por un lado, están los Elementos de Protección Personal (EPP) obligatorios, que tienen el objetivo de proteger al usuario de lesiones y cuidar su salud.

6 tipos de elementos de protección personal obligatorios en toda construcción

Su uso en Argentina está regulado por la Res. SRT 299/11, que dice que deben ser provistos por el empleador y en algunas categorías tienen que estar certificados por IRAM (Instituto Argentino de Normalización y Certificación), ente certificador reconocido por la Secretaría de Comercio.

Es importante destacar que el uso de EPP no exime de implementar medidas de seguridad colectiva como señalizaciones, protección en los tableros eléctricos, extintores o condiciones adecuadas en espacios comunes de circulación o de acopio de materiales (entre otras). Por el contrario, complementan estas disposiciones y hacen que el ambiente laboral sea más seguro para todos.

Los 6 tipos de EPP recomendados en ámbitos de construcción

  • 1. Protección craneana. Es esencial para evitar lesiones en el cráneo o en el cerebro, que pueden producirse en las siguientes situaciones: golpes con objetos cortantes/punzantes, caída de objetos e, incluso, salpicaduras de sustancias químicas o metales fundidos. Si bien en Argentina los colores de los cascos no están definidos por ninguna reglamentación; existe cierto consenso en la elección de acuerdo a los criterios que se mencionan a continuación: blanco utilizado por personal de supervisión; amarillo por personal operativo; azul por estudiantes en prácticas, asesores técnicos, visitas y electricistas; verde por profesionales de higiene y seguridad o de servicios médicos; y rojo por inspectores de seguridad, bomberos y brigadas de emergencia.
  • 2. Protección auditiva. Se utiliza para resguardar el sistema auditivo ante ambientes ruidosos. Hay dos opciones: el modelo endoaural (tapones de uso interno) y el de copa (de uso externo, similares a los headphones). Los primeros hay que higienizarlos cada vez que se los va a utilizar, e incluso los hay descartables). De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), exponer al oído a niveles altos de ruido (mayores a 85 decibeles) puede provocar déficit auditivo o una pérdida de audición progresiva, por lo que el uso de protección auditiva es obligatorio para las personas que trabajan en este contexto.
  • 3. Protección ocular/facial. Se recomienda para proteger los ojos y evitar lesiones oculares provocadas por salpicaduras de líquidos corrosivos como, por ejemplo, ácidos; partículas de metal fundido, polvos y radiaciones generadas por luz visible, ultravioleta e infrarroja. Existen tres tipos de protecciones: los anteojos, las antiparras y la pantalla facial, que cubre de la frente al mentón. A grandes rasgos se diferencian por el impacto de energía que resisten: baja, media y alta, respectivamente. Es importante destacar que todos están compuestos por policarbonato de grado óptico, es decir que independientemente del color del lente absorben el 99% de los rayos UV presentes.
  • 4. Protección respiratoria. Es clave para prevenir la inhalación de polvo, partículas y otras emanaciones que puedan generarse durante el proceso de fabricación de un producto o en un contexto de obra. En la construcción en seco y el steel framing es habitual encontrar polvo a la hora de cortar placas de yeso para paredes o cielorrasos, o al manipular lanas de vidrio. El uso de purificadores de aire motorizados/ no motorizados (que pueden clasificarse, a su vez, en descartables/ reutilizables) está especialmente indicado en atmósferas peligrosas.
  • 5. Guantes. Protegen las manos de pinchazos, rasguños, cortes y/o quemaduras, usualmente producto de la manipulación de materiales o herramientas. Pueden estar fabricados en poliéster, cuero, nylon o nitrilo (entre otros), y suelen estar reforzados con otros componentes para una mayor protección. Existe un modelo diferente para cada actividad que se desarrolle.
  • 6. Calzado de seguridad. Para lograr una adecuada protección de los pies se recomienda utilizar zapatos de seguridad con puntera metálica o de PVC. Estos zapatos protegen el pie ante la caída de herramientas u otros elementos pesados. Debe ser de constitución fuerte y sólida, con protección para los dedos, rebordes en la suela y buena adhesión para evitar resbalones.

Para ampliar esta información, puede consultarse la legislación vigente sobre higiene y seguridad laboral en la web de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo. Para el ámbito específico de la construcción, también puede verse el Convenio sobre seguridad y salud en la construcción firmado con la OIT en 1988, aún vigente.

Asesoró: Libus

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