Según los resultados del Barómetro de Hogares Verdes y Saludables*, realizado por Argentina Green Building Council (AGBC), ONG líder a nivel regional en el desarrollo y gestión de estrategias que buscan acelerar la sustentabilidad y fomentar la transformación en el sector de la construcción del país, el 9,5% de las personas en Argentina padecen asma por la mala calidad constructiva de la vivienda, sus características físicas, la ubicación, los servicios que posee, entre otros causas edilicias.
La OMS establece que la vivienda saludable es un “refugio que apoya un estado completo de bienestar físico, mental y social”. Por ejemplo, cuando una vivienda es difícil o costosa para calefaccionar puede ocasionar problemas respiratorios o cardiovasculares; o las altas temperaturas interiores pueden aumentar la mortalidad cardiovascular.
Considerando entonces que el entorno inmediato y las características constructivas de la vivienda impactan en la calidad de vida de las personas y en base a los resultados de su Barómetro, AGBC, pudo identificar los 6 atributos que una vivienda debe cumplir para ser saludable y sustentable:
1. Buena calidad de aire
La presencia de olores difíciles de identificar, olor a viejo o encierro es indicio de que el aire está viciado y la casa enferma. Asma, alergias, resfríos, tos, fatiga, son indicadores de la presencia de contaminantes.
Según el Barómetro, el 17,5% de los encuestados afirma que su vivienda huele mal; el 87,4% ventilan periódicamente abriendo ventanas y el 79,6% tienen ventilación cruzada. Los materiales de construcción, alfombras, pisos, pinturas, productos de limpieza son fuentes contaminantes de aire. Otras fuentes pueden ser los aires acondicionados y calefacción, humidificadores, cañerías, goteras; casi el 38% de los consultados tiene un foco de humedad en su vivienda.
2. Confort térmico y eficiencia energética
Más del 36% de los encuestados no perciben confort térmico, ni en verano ni en invierno, lo que pone de manifiesto la importancia de la aislación térmica eficiente en la envolvente de una vivienda para mejorar la calidad de vida, ahorrar energía y reducir las facturas de luz y gas.
El 70,4% reconoce tener infiltraciones de aire a través de las ventanas; hay que tener en cuenta que en su conjunto ventanas, paredes, techos y pisos representan más de dos terceras partes del total de las infiltraciones de una vivienda. Otros de los datos que vuelca el estudio es que el 50% de los hogares usan aire acondicionado como sistema alternativo de calefacción, lo que demuestra que el sistema primario de calefacción instalada no satisface la temperatura de confort térmico.
3. Beneficios de la luz natural
Más del 18,4% de los encuestados menciona tener poco o nada ingreso de luz natural matutino en ambientes regularmente ocupados; mientras que el 40,2% reportaron no tener directamente ingreso de luz natural.
El cuerpo está naturalmente en sintonía con los niveles de luz externa. El color y la intensidad influye en la secreción de hormonas, que regulan los ritmos circadianos. La altura de los cielorrasos también juega un papel clave en la iluminación natural como en el bienestar de las personas. Si bien los techos altos impactan en el aumento de los costos de calefacción y refrigeración, estos producen estado de bienestar y sentimientos positivos.
4. Reducción de ruido y acústica
El ruido no deseado en los hogares puede provocar alteraciones en el descanso y el sueño; a largo plazo hay evidencias que puede derivar en efectos cardiovasculares, enfermedades cardíacas e hipertensión.
El 31% de los encuestados se ven afectados por estos ruidos urbanos aun con ventanas cerradas. El diseño acústico y control del ruido es clave para armar ambientes libres de stress. Es importante evitar una reverberación excesiva en los ambientes de permanencia. Los muebles blancos controlan la acústica, al igual que las cortinas. También los vidrios laminados con PVB, paneles, placas, filtros de lana de vidrio, brindan resultados acústicos excelentes.
5. Vistas y diseño biofílico
La exposición a entornos naturales mejora el estado de ánimo, reduce la ansiedad y ayuda con la autoestima. De los encuestados, durante el aislamiento, el 18,4% no tuvo visuales a un espacio verde; el 24,9% no estuvieron expuestos al sol al menos 10 minutos por día; y el 49% tuvo vistas a un parque, plaza o jardín.
El acceso a áreas verdes a poca distancia de una vivienda se asocia con menos stress y depresión y una menor probabilidad de obesidad. Las plantas de interior también ayudan a mantener el aire limpio y oxigenado, lo que es excelente para la salud respiratoria y pulmonar. El diseño biofílico es un concepto en la industria de la construcción para aumentar la conectividad de los ocupantes con el entorno natural.
6. Beneficios del agua
En Argentina el consumo doméstico de agua per cápita diario promedio es de 318 litros, seis veces más que lo que aconseja la OMS, teniendo en cuenta que la cuarta parte de la población mundial no recibe agua potable, limitando su bienestar físico. El agua potable limpia es un requisito para una salud óptima.
Del estudio de AGBC se conoció que el 68% los encuestados no tiene instalado filtro ni purificador de agua potable, sumado a que el 71,7% come menos de 4 porciones diarias de frutas y verduras, alimentos que contienen agua. El Instituto de Medicina recomienda que las mujeres consuman aproximadamente 2,7 litros y los hombres 3,7 litros de agua por día, de todas las fuentes: agua potable, otras bebidas y alimentos.
“La pandemia re abrió un debate social clave: conocer las características mínimas de las viviendas, el aprovechamiento de los espacios verdes, la iluminación natural y la carencia de las condiciones de habitabilidad básica”, comenta Paula Altavilla, presidente de AGBC.
“La salud y el bienestar es un derecho humano. Y justamente lo que buscamos con el desarrollo de este estudio es conocer el estado actual de las viviendas de nuestro país, ayudar a promover y difundir las buenas prácticas hacia un enfoque de bienestar mental, social y físico de las personas que habitan las viviendas de la Argentina. No podemos desconocer y desentendernos que hoy 1 de 4 niños vive en una vivienda precaria”, concluye Altavilla.
*Barómetro de hogares verdes y saludables