Unas 61 piezas arqueológicas de alto valor histórico fueron restituidas por la Argentina a Bolivia y a México, en una ceremonia realizada en la Casa Creativa del Sur que contó con la presencia del ministro de Cultura, Pablo Avelluto, y los embajadores de cada país, Santos Tito y Fernando Jorge Castro Trento, respectivamente.
Se trata de cincuenta y cinco objetos restituidos a Bolivia y seis a México. De este modo, la Argentina continúa con su plan de devolución de bienes tras la entrega, a principios de este año, de 439 piezas a Ecuador y 4.150 a Perú.
La restitución comenzó en 2014 tras el visto bueno de la Justicia, que permitió decomisar lo secuestrado en delitos de contrabando de bienes culturales, registrarlo y expedir certificados de exportación.
Entre las piezas que volverán al país vecino destacan varios objetos de la cultura Tiwanaku, así como cuencos, vasijas de cerámica (una con representación de rostro modelado en el cuello), fragmentos textiles, pesas de bronce y obras tejidas. Mientras que a México se devolverán seis piezas, de las cuales cuatro son fragmentos y dos figuras completas.
Uno de los objetos que se rescataron enteros es una figura antropomorfa modelada en barro y pintada, que procede del occidente de Mesoamérica y data del 100 A.C al 600 D.C.
La otra pieza completa es un plato trípode, modelado en barro con motivos geométricos y abstractos en color rojo y un motivo zoomorfo aplicado en la base del contenedor. Corresponde al estilo maya, procede del sur de Mesoamérica y data del periodo clásico (200 D.C. al 800 D.C.).
“Este acto revierte la tendencia de otros continentes y nos demuestra la cultura compartida. Los esfuerzos por combatir el tráfico ilícito de bienes culturales comenzaron en 2000 y se consolidaron en 2003, con la aprobación de la Ley 25.743”, sostuvo Américo Castilla , secretario de Patrimonio Cultural.
Avelluto señaló: “Este encuentro es motivo de orgullo por muchas razones. Es el resultado final del buen trabajo de un montón de funcionarios y expertos, muchas veces anónimos, que hoy nos permiten celebrar volver a dar vida, volver a encender la luz, hacer públicos todos estos objetos que forman parte de la tradición, memoria y cultura que constituyen la identidad de nuestros países hermanos. Esperamos que estos caminos sean cada vez más cortos, con mayor celeridad y eficacia”.
El embajador del Estado Plurinacional de Bolivia aseguró que la restitución “tiene un valor incalculable no tanto por su valor monetario, sino porque en ellas se presentan tradiciones, costumbres y raíces de nuestros pueblos milenarios. En cada una de estas piezas están enmarcadas el conocer de nuestros antepasados a lo largo de miles de años”.
Y a su turno el funcionario mexicano expresó que “esta entrega formal demuestra que estamos consolidando una hermandad histórica. Hemos trabajado muchísimo para reencontraron con nuestras tradiciones y raíces prehispánicas. Por eso, el esfuerzo mexicano, con la colaboración argentina, permite la consolidación de valores patrimoniales que enriquecen cuando pueden ser expuestos a las siguientes generaciones”.