Todo empezó con un mensaje de Whatsapp: "chicas, acá van los últimos conjuntitos. También estamos incorporando esto, la que quiera me avisa". El mensaje era de un contacto que vende ropa interior a pedido y todas las semanas actualiza el catálogo.
Nada raro, hasta que llegué a lo que ella llamaba “esto”: elásticos negros o blancos, algunos con encaje, que venían en conjunto o se agregaban a la ropa interior: arneses.
Pensé que no se los iba a vender a nadie, me equivoqué. A la semana ya tenía pedidos para entregar.
Entre los locales del centro hay diferente criterio en cuanto a si se venden o no. En Guarnieri ante la consulta de si tenían ropa interior con arneses, primero dudaron y luego terminaron confiando que no tenían porque los habían vendido todos y, como en enero las distribuidoras no trabajan, no habían podido reponer. "Nos han pedido bastante, al principio pensamos que no los íbamos a vender, pero igual trajimos algunos de muestra", dijo la vendedora. Comentó que muchas veces "son los hombres los que les compran a sus mujeres o parejas" y que han tenido mucha aceptación entre las clientas trans.
Sin embargo en otros comercios cercanos, ubicados en Peatonal e inmediaciones, se sorprendieron con la pregunta y reconocieron que ni siquiera tenían ese tipo de atuendo en sus locales.
Uno de ellos, Charo Store, ubicado en un departamento de un edificio sobre calle España, se dedica a la venta de lencería de encaje y algunos accesorios. "Muchas veces las chicas vienen buscando el conjunto completo, porque lo vieron en Instagram y no se lo quieren llevar si no tiene el arnés", dijo la joven vendedora, quien aseguró que sus clientas rondaban los 25 años, mientras que en los otros locales afirmaron haber vendido a clientas de más de 45. "Se los llevan para un momento de intimidad, no para salir", dijo la joven, quien explicó que para las salidas a bailar o a comer con amigas, se usan mucho los bodies de encaje.
En Casa de Medias, por ejemplo, nos mostraron varios conjuntos de ropa interior con breteles que corren por encima del busto, "esto es lo único que nos ha llegado y se ha vendido bastante", afirmó la encargada del local quien agregó: "las que más preguntan son las chicas jóvenes y alguna nueva divorciada", pero que en general no habían tenido mucha demanda.
Qué no es
No es bondange, no es lencería erótica, no es portaligas, no es disfraz sexy. Es lencería con algunos toques de lo anterior, pero con muy buen gusto. "Los portaligas ya casi no se usan", aseguró una de las vendedoras, "lo que sí piden son bodies de encaje", que son el must de esta temporada. Algunas de las prendas más osadas están confeccionadas en simil cuero o engomado "pero no se venden mucho" destacó. Es que en general las mendocinas siguen siendo bastante discretas a la hora de comprar este tipo de indumentaria. El conjunto de ropa interior de algodón blanco, seguro lo compran en el centro, en los locales con prendas de marca. Pero este tipo de accesorios "es mucho más probable que lo compren por whatsapp, como los vende tu amiga", dijo una de las últimas vendedoras consultadas. La mayoría de las marcas más importantes de ropa interior tienen toda una línea con arneses que se puede ver en los catálogos online.
Pero no son fáciles de encontrar en las casas de estas mismas marcas ubicadas en el centro de la ciudad.
La tendencia
Al parecer el uso de los arneses será cada vez más común. En distintas páginas web de compra directa, y en perfiles de Instagram, se ven a modelos de otros lugares del mundo usando arneses sobre la ropa. "Algo parecido a eso y que acá se usa mucho es el body chain", un arnés de cadenita que se coloca por debajo o por encima de la ropa a modo de adorno. "Las mendocinas compran estas cosas en Buenos Aires, porque acá no se animan", sentenció la encargada de un tradicional local de ropa interior.
