"El primer hombre en la Luna", filme del oscarizado Damien Chazelle que se estrena este jueves, narra la vida de Neil Armstrong y su camino, atravesado por la tragedia, hacia el desembarco en la Luna.
"Ese ha sido mi principal objetivo desde el inicio. Ryan Gosling (que interpreta a Amstrong) se refería con frecuencia a la necesidad de combinar la Luna con el lavadero de la casa, que era la manera de explicar cómo pasar de la grandiosidad del cosmos a la intimidad del hogar en el que vivían los protagonistas", dijo Chazelle en una entrevista.
Las palabras del realizador de "La La Land", con la que ganó el Oscar en 2016, resultan bastante acertadas, al punto de que la película fue catalogada como "antiamericana" por el presidente estadounidense Donald Trump y senadores republicanos, como el ascendente Marco Rubio.
La cinta prescinde de la emblemática bandera estadounidense clavada en el satélite natural de la tierra, restándole "patriotismo" al suceso por el que Washington se impuso frente a la Unión Soviética en la Carrera Espacial durante la Guerra Fría. Sin bien Chazelle no rechazó las imputaciones, hizo una aclaración: "Quería que el foco principal en esa escena estuviera en los momentos solitarios de Neil en la Luna. Esta película trata acerca de uno de los logros más extraordinarios no sólo en la historia de Estados Unidos, sino en la historia humana".
Otro punto al que quizá puede calificarse como "antiamericano" es a los breves comentarios acerca de los elevados gastos de la NASA para llevar adelante la expedición, mientras una gran cantidad de afroamericanos reclaman por una mejor vida.
Uno de ellos dice: "Antes de vivir en la Luna, quisiéramos vivir mejor en Nueva York"; mientras que el poeta Gilbert Scott-Heron recita: "¿Todo el dinero que hice el año pasado fue para Blanquito que está en la Luna? ¿Cómo puede ser que ya no tenga dinero? Mmm, Blanquito está en la Luna".
También hay flashes a las manifestaciones en contra de la Guerra de Vietman y de manifestantes gritando en contra del presidente Lyndon Johnson. Así, la película que tiene a Josh Singer ("The Post" y "Spotlight") en el guión, se mete en la intimidad de la personalidad poco conocida de una de las personas más emblemáticas del Siglo XX.
Es gracias al libro de James R. Hansen, sobre el que se basa la película, que se puede saber cómo la muerte de sus seres cercanos fueron ensimismando cada vez más al astronauta y a hacerlo cambiar el sentir por la lógica.
La muerte de su hija de dos años por un tumor cerebral se convierte en el leit motiv del filme. Se suma el fallecimiento en accidentes laborales de sus colegas Elliot See y Ed White. En una entrevista Hansen señaló que la llegada a la Luna había sido "muy edulcorada" y que el filme de Chazelle viene a darle un manto de realidad a una historia poco conocida.
El escritor formó parte de la revisión del guión y participó del rodaje, lo cual fue avalado por la familia en un comunicado: "Es una película que ofrece una visión única de la familia Armstrong y los héroes estadounidenses caídos como Elliot See y Ed White. Es una película muy personal sobre el viaje de nuestro padre, vista a través de sus ojos".
Inmune a las críticas
Ryan Gosling estuvo presentando la película en el Festival de San Sebastián, hace un par de meses, y en esa oportunidad evitó entrar en el debate desatado en Estados Unidos tras la críticas de Trump a "First Man". Después de que Trump señalara en declaraciones al "Daily Caller" que no vería la película porque no aparece el momento en que se planta la bandera estadounidense, Gosling no quiso entrar en el debate.
En rueda de prensa junto a su compañera de reparto Claire Foy ("The Crown"), se limitó a señalar que son sólo discusiones de gente que no ha visto la película y no quiso responder si le importa o no que el presidente lo vea. "Este debate está casi totalmente dominado por quienes no han visto la película. La película habla por sí sola", dijo escuetamente.
La película muestra el momento en que Armstrong y su compañero en el Apolo XI Buzz Aldrin (Corey Stoll, "House of Cards") se convierten en los primeros hombres en pisar la Luna en 1969, pero no cuando plantan la bandera estadounidense, que aparece desde un plano alejado y en pequeño tamaño.
"Es lamentable. Casi parece que se avergüenzan de que se trate de un logro estadounidense. Esto es terrible", había dicho Trump. "Por eso no me gustaría ver la película". También el senador republicano Ted Cruz consideró "muy triste" la decisión de no mostrar más la bandera.
Y Aldrin, de 88 años, también pareció criticar la posición de Gosling colgando una foto en Twitter del momento en pisar la Luna con la bandera estadounidense, con hashtags como "orgulloso de ser estadounidense", "libertad" y "honor", aunque sin precisar más.
Gosling y otros participantes en la película dirigida por Damien Chazelle ya habían declarado antes que el alunizaje era más un logro de la humanidad que estadounidense.
Armstrong, fallecido en 2012, tampoco se consideraba un "héroe estadounidense". La historia es "humana y universal", habían comentado sus hijos Rick y Mark Armstrong.
"El primer hombre en la Luna" este año pasó también por Venecia y Toronto. Chazelle y Gosling vuelven a trabajar juntos tras el éxito cosechado con "La La Land", narrando los pormenores de esta aventura espacial basada en el libro de James R. Hansen "First Man: The Life of Neil A. Armstrong".