"El agente de C.I.P.O.L.”, que fue un éxito televisivo entre 1964 y 1968, regresa ahora a la pantalla grande para sumarse a la tendencia de aggiornar en el cine las populares series de aquellos años.
Los personajes de Napoleón Solo e Illya Kuryakin, que en tevé interpretaron respectivamente Robert Vaughn (hoy de 82 años) y David McCallum (81), se volvieron tan famosos que, entre otras curiosidades, la palabra CIPOL sirvió para designar distintas instituciones policiales de México y Chile, un grupo español de música pop se llama hoy Napoleón Solo y el dúo de hip hop funk argentino integrado por Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur se autobautizó como Illya Kuryaki & The Valderramas, además de que otros grupos argentinos como Los Twist y hasta Los Redonditos de Ricota refieren a la serie en algunos de sus temas.
Los encargados de dar nueva vida a estos personajes ahora en el cine son los actores Henry Cavill (que fue Superman en “El hombre de acero” y volverá a serlo el año que viene en “Batman v Superman”) y Armie Hammer (que fue “El llanero solitario” junto a Johnny Depp, el príncipe de Blancanieves en “Espejito, espejito” y compañero del director del FBI en “J. Edgar” junto a Leo Di Caprio).
Estilo charló con ellos acerca de esta producción que se estrena hoy en Mendoza y el resto del país y que incluye además a Hugh Grant en el papel que en televisión interpretaba el gran Leo G. Carroll como el jefe máximo de la agencia.
-¿La intención de Guy Ritchie fue homenajear a la serie con esta película?
Armie Hammer: -Sí y no. Se puede decir que los que amaron la serie siendo niños la van a recordar con nostalgia viendo la película, pero los que nunca la vieron también la van a disfrutar como una historia llena de acción y de humor que jamás cae en la parodia. Es más, ni Henry ni yo habíamos nacido cuando se emitía la serie, de modo que tuvimos que tuvimos que ser muy cautelosos en este sentido.
-Cómo hiciste, Armin, para equilibrar el acento ruso del personaje de Illya Kuryakin sin caer en el estereotipo?
-Intenté hacerlo lo más auténtico posible. En la películas americanas de los años 60, 70 y 80, todos los rusos eran personajes arquetípicos, pero esa no era la forma en la que ellos hablaban. La interpretación estadounidense de entonces era que, si ellos eran los malos de la película, debían sonar malos. Pero hoy no es así, por eso traté de crear un acento tan universalmente ruso como fuera posible, incorporando vocales y sonidos de rusos nativos.
-¿Escuchaste la radio rusa o algo para tener una idea del acento contemporáneo?
AH: -Mucho YouTube (risas). Sí, creo que YouTube es el mejor amigo de un actor en términos de investigación. Porque todo está allí.
-Henry, vos sos inglés pero interpretás a un espía estadounidense. ¿Podés decirnos cómo moldeaste tu acento americano para esta película?
Henry Cavill: -Creo que lo más difícil para mí fue el acento. Cuando empezamos Guy dijo: “Muy bien, quiero algo un poco como Clark Gable, pero no a Clark Gable”. Así que me senté con Andrew Jack, nuestro profesor de dialecto, y me llevó a repasar algunas cosas de él. Trabajamos mucho en eso. Cuando más o menos lo tuvimos, comenzamos a filmar.
-Las historias del origen de Napoleón Solo e Illya Kuryakin son nuevas en esta película. ¿En qué se basaron para los cambios?
AH: -Siguen siendo dos espías diametralmente opuestos que terminan trabajando juntos en una agencia global y deben enfrentarse a villanos globales. Claro que, sin en la serie parecían salidos de la nada, ahora cada uno tiene su historia particular. En especial Yllya Kuryankin, que nació en los finales de la Rusia soviética. Su padre era militar del ejército, pero hizo algo políticamente deshonroso y fue expulsado a los gulags, como millones de soviéticos en esa época, por lo que Illya está tratando de lidiar con la vergüenza que le da eso. Quizá eso mismo es lo que lo lleva a convertirse en un superespía y tratar de ser el mejor, sin demasiadas ambiciones mundanas. En ese sentido, Napoleón Solo es más disfrutador de la vida y eso provoca un roce muy divertido entre los dos personajes.
-La serie estaba ambientada durante la Guerra Fría y hoy el entorno político es muy diferente.
AH: -La película también se ambienta en la Guerra Fría, es definitivamente una película de época.
-¿Y en qué medida se relaciona con esta época?
HC: -Del mismo modo que en los años 60 existía la amenaza, siempre latente, de una conflagración atómica mundial, hoy también tenemos la amenaza del terrorismo, que puede atacar en el momento menos pensado. Y sin embargo la gente sigue viviendo y disfrutando sus vidas sin pensar demasiado en ello. Quizá no sea exactamente lo mismo que el apocalipsis nuclear, pero la sensación de tensión es la misma y eso nos hace estar en sintonía con aquella época. Mientras haya ciudades enteras que puedan ser atacadas por organizaciones secretas, es fácil de imaginar lo que se siente.
-¿Vieron la serie original?
AH: - Sí, aunque no necesariamente para aprender algo porque, aunque los personajes son los mismos, la forma de encararlos en la película es muy distinta. Sin embargo, la serie nos dio el contexto histórico y nos llevó a entender por qué estábamos haciendo este largometraje.
-Guy Ritchie describió a Illya y a Napoleón como "el recto y el vago", y una gran parte de su fricción sale de eso. Personas que son tan opuestas y que tienen que trabajar juntas...
HC: -Me encanta eso, y de ahí surgen precisamente situaciones muy risueñas en la película.
AH: -Es gracioso ver a los personajes en situaciones incómodas y sin saber qué hacer para eludirlas. Y eso es más o menos lo que pasa con Illya Kuryakin, que no sabe manejarse muy bien con la vida fuera del espionaje.
HC: -Todas las habilidades sociales son desconocidas para Illya.
-¿Cómo encontraste el equilibrio entre interpretarlo tan recto a Illya y divertirte al mismo tiempo?
AH: -Sólo había que encontrar la verdad en cada situación. Era fácil ser el tipo ridículo de Rusia, que es muy torpe, que no sabe cómo hablar. Sería muy fácil llegar a caricaturizarlo, así que tenés que encontrar el equilibrio. ¿Por qué no puede hacerle frente a esta persona? ¿Por qué es socialmente inepto? ¿Cuál es la causa de eso? Y luego simplemente actuarlo como si no fuera gracioso.
-¿Vieron alguna película de espionaje que hayan encontrado útil o influyente mientras les estaban dando forma a estos personajes?
AH: -No sé si una película, en sí, influyó en esto para mí. Para ser honestos, estaría en apuros si tuviera que elegir mi película de espías favorita. Lo que estábamos haciendo era tan específico y con un tono tan diferente de todo lo que había hecho, o en realidad de cualquier cosa que haya visto en mi vida, a excepción quizá de algún otro trabajo hecho antes por Guy. Sentimos que estábamos en un nuevo camino y en una nueva trayectoria, así que sólo confiamos en Guy.
-Hay mucha acción en esta película. La persecución de coches que abre el film tiene una calidad de ballet, pero cuando sus personajes finalmente se encuentran y luchan en el baño, es muy áspero. ¿Cómo fue para ustedes manejar el aspecto físico de sus roles?
HC: -Creo que el aspecto físico vino con Armie. La lucha, a pesar de verse muy dura, fue muy corta. No tomó mucho tiempo filmarla y no fue muy complicado. No hizo falta tampoco mucho entrenamiento.
AH: -Fueron algo así como quince segundos de pelea. Fue rápido.
HC: -Sí, pero Armie tuvo que correr durante tres días seguidos persiguiendo a ese maldito auto (risas). Tuvo que ponerse en forma para hacer eso.
AH: -Tuve mejores días. Y no soy de esos que están físicamente en forma. Henry es Superman; y estaba sentado en el auto descansando. Y yo estaba ahí afuera, transpirando, corriendo y pensando: “Oh, Guy, tenés al tipo incorrecto para este trabajo”.
-Viendo la película parece que se divirtieron mucho haciéndola. ¿Cómo era el clima en el set?
HC: -Era fantástico. Es la película más divertida en la que he participado. Todo divertido. Terminamos todos como amigos. Vamos a volver a vernos como amigos. Es difícil decir más, de verdad. Fue relajante.
AH: -Ninguno de nosotros tuvo una pelea... lo cual es raro para un grupo de actores que debe prácticamente convivir durante el tiempo de rodaje.
-Henry, personificás a un hombre informal y sofisticado en comparación con Superman. ¿Qué se siente tener un cambio de mentalidad tan grande entre personajes?
HC: -Es la alegría de ser actor. Tenés la oportunidad de hacer estos diferentes roles y, a continuación, verte a vos mismo en este tipo de personajes imaginarios. Es divertido. No me gustaría realizar el mismo personaje una y otra vez para siempre. Tenés que mezclar y romper todo. De lo contrario, se pone un poco aburrido. Y, como dije, Napoleón fue muy divertido de interpretar. Y por mucho que Superman sea un personaje tan estoico, también es muy bueno ser él. Tiene superpoderes y hace algunas cosas bastante salvajes. Es divertido cambiar y transformarse.
-Ambos tienen una filmografía variada, ¿hay algún tipo de película que quisieran tener como proyecto en el futuro?
HC: -Creo que sólo me gustaría tener una gran gama de películas diferentes para elegir.
AH: -Y simplemente seguir trabajando.
HC: -Sí, y tener trabajo constante. Quiero decir, Armie tiene ahora una familia hecha y derecha (está casado desde 2010 con la presentadora televisiva Elizabeth Chambers, con quien tiene una hija nacida en 2014).
AH: -Los pañales son caros.
HC: -Tendrás que pagar la escuela algún día.
AH: -Claro, y tendré que pensar en tantas cosas... Mejor me voy a acostar (risas).