En toda América Latina y España, Arjona lanzó el pasado viernes su nuevo disco, al que considera "la producción más auténtica" de su carrera y "un disco acústico llevado a la mínima expresión de la producción musical, desnudando las canciones a guitarra y voz, dejando como protagonista lo más importante: la historia".
El álbum contiene canciones como "Adiós melancolía", "Te acuerdas de mi (Carta N° 2)", "Asignatura pendiente", "Cisnes", "Duerme", "De vez en mes", "Quesos, cosas, casas" y "Lo poco que queda de mí".
El disco cuenta además con dos invitados, el dúo cubano Buena Fe, que apadrina Arjona en una versión de "Para bien o para mal" y el cantautor cubano Carlos Varela en "Mi novia se me está poniendo vieja".
La primera canción que se escuchó de esta nueva producción fue "Nada es como tú", que se estrenó el 17 de junio pasado en la Web y en cuyo videoclip participa Nicolás, el hijo menor de Arjona.
En pocos minutos la canción tuvo más de 100.000 descargas y su video en Youtube ya logró más de un millón de visitas, con un sonido en el que Arjona se aleja del ruido, de la grandilocuencia de las enormes y desgastantes giras, para retomar su relación intima con su guitarra.
Privilegiando el silencio
En charla con la prensa, Arjona explicó que el álbum "Apague la luz y escuche" nace de la "búsqueda de la libertad de espacio, de la libertad de tiempos, de la oportunidad que puedan tener las frases de abrirse espacio, de evadir al productor necio que quiere meter dos guitarras, cuerdas, percusión y mil cosas más que convierten a la canción en un arbolito de Navidad".
Pero Arjona no quería esta vez ese tipo de producciones "en donde la canción está apretadita en un montón de información, donde la canción pasa al segundo plano. 'Apague la luz y escuche' pretende alejarse de todo eso. Pero también nos encontramos con un montón de problemas y la primera idea era no sumarles problemas a los problemas que ya genera cada canción".
"Problemas como la compresión de los ingenieros de sonido que hacen que todo suene a un mismo nivel, entonces se pierden los matices. Y ahí dijimos soltá la comprensión, si la guitarra y la voz se fueron dejalas así", explicó Arjona.
El guatemalteco explicó que, en principio, "armamos un disco de 18 o 20 canciones, de las cuales sólo quedaron trece ya conocidas y tres inéditas".
"Podemos decir que esta es una época donde la música se nos llenó de ruidos, nosotros nos llenamos de ruidos. Por supuesto que también creo que hay momentos para todo y muchos de esos ruidos suenan bien y hasta me gustan".
Pero en este caso la búsqueda pasaba por otro lado, por hacer un disco que privilegiara los silencios. "Es un verdadero atrevimiento -reconoce el autor de "Señora de las cuatro décadas"-, pero un atrevimiento fantástico. Uno nunca sabe lo que va a pasar, pero a mí me gusta lo que escucho y eso es lo que me ha llevado a realizar tantas cosas a lo largo de mi carrera".
"Antes de pensar si le va a gustar o no a la gente -continúa el músico- tengo que sentirme bien yo con el proyecto, me tiene que gustar a mí".
"La idea ahora era tratar de dejar libre todo, que no sonara tan impecable, queríamos que sonara natural y orgánico y así logramos este disco que, después, tuvo que pasar la prueba conmigo, que me senté a escucharlo solo a ver si habíamos logrado lo que queríamos".
Recuperar la esencia
Arjona detalló que el nombre del disco nació en la localidad guatemalteca de Tecpan "cuando mi abuela y mi padre sintonizaban su radio XCW mexicana y allí se encontraban con canciones de mi abuelo, un español, canciones que luego mi padre me iba enseñando".
"Cuando mi padre me regala la guitarra, me pone junto a la radio por las noches y yo escuchaba canciones mexicanas y algunos tangos, y comencé a tratar de tocarlos. Pero además esas noches escuche un programa que se llamaba "apague la luz y escuche", que era como de historias radiadas, lo que en Argentina llaman radioteatros, donde el destacado era un locutor y un lector formidable que se llamaba Manuel Bernal", agregó.
"Bernal graba un disco leyendo los poemas más importantes de la época y de la literatura latinoamericana y española, cosas de Lorca, y a mi mamá le encantaba y lo escuchamos mil veces y es un tatuaje que mi padre y yo llevamos en la materia gris siempre", se explayó el músico.
De esta manera, Arjona mantuvo en su cabeza el nombre "porque siempre pensé que las canciones que había escrito estaban muy vestidas, y yo las había escrito y compuesto con guitarra y voz y se habían vestido tan elegantes que perdieron su esencia. Y la base de este proyecto es que la recuperen".
El origen
Sobre el momento que dio origen al proyecto, Arjona detalló que "fue después de hablar con Dan Warner, un guitarrista extraordinario que se hace llamar 'El gringo', porque es gringo, es decir estadounidense", aclara. Además de ser fantástico con la guitarra, Dan tiene una percepción y una piel con las canciones que me ha costado muchísimo trabajo encontrar en otros músicos".
Arjona explicó que "a pesar de que no entiende nada de lo que esta hablando la canción, muchas veces yo tengo que venir y hacer una traducción de la canción al inglés para que el tipo más o menos sepa de qué esta hablando, pero tiene algo que lo hace sentir lo que esta pasando en la canción y adaptarse al dolor y a las lágrimas que representan muchas de las canciones que interpreto".
Warner grabo con grandes de la música latina como Julio Iglesias, Ricardo Montaner, Shakira, Ricky Martin, Arturo Sandoval, Raúl Di Blasio, Chayanne, Christina Aguilera, Alejandro Fernández, Jon Secada, Cristina Castro, Luis Fonsi, Paulina Rubio, Diego Torres y el Puma Rodríguez.
"La primera canción que decidí incluir en este disco fue 'Adiós melancolía', que grabé en 2005 con unos arreglos muy buenos. Era una especie de fusión con vallenato. Pero yo siempre me quedé con la sensación de que esa era una de las canciones más importantes que yo había escrito y que se había quedado escondida, en medio de un asunto tremendamente festivo que no la había dejado contar la historia como quería. Entonces decidí que la primera canción que iba a grabar para este disco, despojada de todo artificio, tenía que ser 'Adiós melancolía", añadió.
En la misma línea, Arjona precisó que "cuando Dan grabó esa canción y yo le monté voz y la escuché, sabía exactamente lo que andaba buscando, era la verdadera 'Adiós melancolía' que yo había escrito hace tantos años y que no había vuelto a ver. De ahí el empujón de tratar de escribir muchas canciones y de tratar de salvar del exceso de información a muchas otras canciones, pero sin duda 'Adiós melancolía' es una canción vital en este proyecto porque nos dio un empujón que fue básico para animarnos a continuar en estas épocas de tanto ruido".