Según un informe del Pew Research Center sobre datos del Censo de Comunidades estadounidenses 2017, los argentinos no son el grupo mayoritario de hispanos que viven en Estados Unidos ya que los más numerosos son los mexicanos, con 36 millones de personas.
Unas 60 millones de personas de origen hispano residen en este país norteamericano, pero cada grupo tiene un perfil diferente. Los venezolanos, los dominicanos y los guatemaltecos, por ejemplo, son los grupos que más han crecido desde 2010, señala el informe. Pero, a la vez, la cantidad de inmigrantes hispanos hacia Estados Unidos ha caído de un 37% en 2010 a un 33% en 2017, sobre todo por el menor ingreso de nicaragüenses y ecuatorianos.
El estudio indica que los hispanos de origen argentino (que incluye a los migrantes de Argentina y a aquellos que nacieron en EE.UU. y se identifican como de origen argentino) son unos 278.000, menos del 1% del total de la población latina que vive en Estados Unidos.
Desde el año 2000 al 2017, el grupo de argentinos ha crecido un 158%. Esto incluye la crisis del 2001, cuando miles decidieron abandonar el país. Cerca de un 45% de los inmigrantes argentinos han estado aquí por más de 20 años y un 55% ya son ciudadanos estadounidenses.
Por otro lado, los inmigrantes argentinos son mucho mayores que la media de los hispanos en este país. Tienen una media de 39 años (cercana a la de la población de EE.UU.), mientras que el resto de los latinos aquí es de 29. La mayor cantidad de argentinos está concentrada en el estado de Florida (29%), luego California (18%) y Nueva York (10%).
Respecto del idioma, un 74% de los mayores de 5 años habla "muy bien" inglés. También tienen más nivel educativo que el resto de los hispanos inmigrantes: el 43% de los mayores de 25 años se graduó de la universidad, comparado con un 16% de los latinos. El porcentaje crece a 51% entre los argentinos nacidos en Estados Unidos.
Cabe destacar que, de la mano de una mejor preparación, los argentinos que tienen un trabajo anual y full time ganan una media de 50.000 dólares por año, mientras que el resto de los hispanos ronda los 34.000.
La mayoría (un 56%) tiene casa propia, algo que seguramente se ve favorecido por la facilidad de obtener créditos hipotecarios a largo plazo.