Argentina y un bronce inolvidable

Argentina y un bronce inolvidable

Las primeras instancias de la candidatura de Argentina como sede del Mundial ‘82 fue en marzo de 1976. Con la asunción del coreano Young Wan Sohn como director técnico, el Seleccionado nacional ganó en disciplina, régimen de entrenamiento, calidad técnica y trabajo. Además, Sohn tuvo como ayudantes técnicos a Julio Velazco y a Enrique Martínez Granados, quienes también fueron piezas fundamentales en este proceso.

En la primera fase, Argentina salió segundo. Le ganó a México y a Túnez y cayó con Japón 3 a 2, que se llevó el grupo. Luego, venció en la segunda ronda a Corea y Canadá y a Alemania y a China y, tras salir segundo por arrastre de puntos, se clasificó para las semifinales, que se jugaron en el Luna Park. Allí, se encontró con la implacable Unión Soviética (había cedido dos sets en todo el torneo), que no perdonó a Argentina a pesar del gran apoyo del público. Fue un 3 a 0 sin discusiones.

A pesar de la dura derrota con los soviéticos y de que el objetivo ya estaba ampliamente cumplido, Argentina se encontró nuevamente con Japón (perdió la otra semifinal con Brasil) por el tercer y cuarto puesto. Con el partido de la primera fase enterrado, Argentina salió a la cancha con sed de revancha. Y la consiguió con un rotundo 3 a 0. Campeón fue URSS.

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