Argentina y sus Patrimonios de la Humanidad

Destinos también turísticos que enorgullecen y que hay que conocer en algún momento.

Argentina  y sus Patrimonios de la Humanidad

UNESCO confiere el título de Patrimonio de la Humanidad o Patrimonio Mundial a sitios culturales y naturales de nuestro planeta, para preservarlos y dar a conocer su valor.

Son 160 países los que cuentan con al menos un lugar reconocido Patrimonio. En la Argentina ya existen ocho espacios naturales y culturales de características únicas que fueron declarados por UNESCO como Patrimonios de la Humanidad.

Cada uno de ellos con un encanto particular y, en su conjunto, conforman un itinerario turístico recomendado.

La propuesta incluye desde paseos culturales, arqueológicos e históricos, hasta las aventuras más extremas para los que buscan unas vacaciones repletas de desafíos.

El circuito recorre casi todo el territorio nacional y convoca al descubrimiento de selvas tropicales, parques nacionales, grandes escenarios de hielo, ruinas de la época colonial, rastros de milenarios dinosaurios y cerros multicolores.

Parque Nacional Los Glaciares, bien natural declarado en 1981, en la provincia de Santa Cruz. El Parque Nacional Los Glaciares es un sitio de excepcional belleza natural con impresionantes cimas recortadas y numerosos lagos glaciares, como el Lago Argentino, que tiene 160 kilómetros de longitud.

En el extremo de éste convergen tres glaciares que precipitan enormes icebergs en sus aguas heladas de color gris lechoso. Todos esperan la ruptura del Perito Moreno cada 4 años.

Misiones jesuíticas guaraníes: San Ignacio Miní, Santa Ana, Nuestra Señora de Loreto y Santa María la Mayor (Argentina), Ruinas de São Miguel das Missões (Brasil) Bien cultural inscripto en 1983, extensión en 1984.

En el corazón mismo de la selva tropical están ubicadas las ruinas de cinco misiones jesuitas erigidas en territorio guaraní durante los siglos XVII y XVIII.

Las construcciones que eran pueblos en sí mismos, se caracterizan por su trazado específico que contenía a toda la población a sus actividades sociales. Tienen diversos estados de conservación.

Parque Nacional Iguazú, Misiones. Bien natural inscripto en 1984. El tesoro natural argentino y brasileño, valora las mágicas Cataratas del Iguazú. Formadas por un farallón basáltico semicircular de 80 metros de altura y 2.700 metros de anchura, la catarata forma la frontera entre Argentina y Brasil y es una de las más espectaculares del mundo.

Dividida en múltiples cascadas de las que emanan enormes brumas, la selva húmeda subtropical circundante alberga más de 2.000 especies de plantas vasculares y la fauna característica de la región: tapires, osos hormigueros gigantes, monos aulladores, ocelotes, jaguares y caimanes.

Cueva de las Manos, Río Pinturas, Santa Cruz. Bien cultural inscripto en 1999. Alberga un conjunto excepcional de arte rupestre, ejecutado entre los años 13.000 y 9.500 a.C. La cueva debe su nombre a las huellas de manos estampadas en sus paredes con una técnica similar a la de impresión con plantilla.

Además de estas figuras, la cueva posee numerosas representaciones de especies aún vivas de la fauna local, y más concretamente de guanacos (lama guanicoe). Los autores de las pinturas bien podrían haber sido los antepasados de las comunidades de cazadores-recolectores de Patagonia descubiertas por los colonizadores europeos en el siglo XIX.

Península de Valdés, Chubut. Bien natural inscripto en 1999. Sitio privilegiado que preserva un ecosistema prolífero en el que viven o visitan para reproducirse o alimentarse mamíferos marinos de importancia mundial, como la ballena Franca Austral, así como de elefantes y leones marinos; también pingüinos y aves migratorias.

Las orcas de la región practican una estrategia de caza única en su género, que es el resultado de su adaptación a las condiciones específicas del litoral. Tanto estepa como borde marítimo son un bien inigualable.

Parques naturales de Ischigualasto y Talampaya, San Juan y La Rioja, ostentan este bien natural inscripto en 2000. Estos dos parques contiguos se extienden por una superficie de más de 275.300 hectáreas en la región desértica que limita al oeste con las Sierras Pampeanas del centro de Argentina.

Las seis formaciones geológicas de los parques albergan el conjunto continental de fósiles más completo del mundo correspondientes al Triásico, el período geológico que se inició unos 245 millones de años antes de nuestra era y finalizó unos 37 millones de años después.

Los fósiles comprenden una amplia gama de antepasados de mamíferos, así como vestigios de dinosaurios y plantas, que ilustran la evolución de los vertebrados y las características de los paleoambientes del período Triásico. (UNESCO/BPI)6

Manzana y Estancias Jesuíticas de Córdoba. Bien cultural inscripto en 2000. La Manzana Jesuítica de la ciudad de Córdoba, que fue uno de los núcleos de la antigua Provincia Jesuítica del Paraguay de la Compañía de Jesús, comprende la universidad, la iglesia, la residencia de los padres jesuitas y el colegio Montserrat.

Este conjunto y las cinco estancias jesuíticas de las sierras cordobesas, albergan edificios religiosos y seculares ilustrativos de una experiencia religiosa, social y económica sin precedentes, que se llevó a cabo entre los siglos XVII y XVIII y duró más de 150 años.

Quebrada de Humahuaca, Jujuy. Bien cultural inscripto en 2003. Este sitio se extiende a lo largo de un importante itinerario cultural, el Camino del Inca, que sigue el curso del Río Grande y su espectacular valle, desde su nacimiento en el altiplano desértico y frío de los Altos Andes hasta su confluencia con el Río Leone, unos 150 kilómetros más al sur.

En el valle hay huellas importantes de su utilización como vía comercial importante desde 10.000 años atrás, así como de las actividades de grupos de cazadores-recolectores prehistóricos. También hay vestigios del imperio inca (siglos XV y XVI) y de los combates de los republicanos por la independencia de Argentina (siglos XIX y XX).

Pero en especial están sus poblados que resguardan tradiciones ancestrales, usos y costumbres con un encanto nada fingido.

Qhapaq Ñan, sistema vial andino, bien cultural inscripto en 2014. Se trata de una vasta red de vías de unos 30.000 kilómetros construida a lo largo de varios siglos por los incas -aprovechando en parte infraestructuras preincaicas ya existentes- con vistas a facilitar las comunicaciones, los transportes y el comercio, y también con fines defensivos.

Este extraordinario sistema de caminos se extiende por una de las zonas geográficas del mundo de mayores contrastes, desde las cumbres nevadas de los Andes que se yerguen a más de 6.000 metros de altitud hasta la costa del Pacífico, pasando por bosques tropicales húmedos, valles fértiles y desiertos de aridez absoluta.

La red de caminos alcanzó su máxima expansión en el siglo XV, llegando a extenderse por todo lo largo y ancho de la cordillera andina. El nuevo sitio del patrimonio mundial, que consta de 273 componentes y se extiende a lo largo de más de 5.000 kilómetros.

Los componentes se han seleccionado para poner de relieve la importante función social y política de la red de sendas; las obras maestras de arquitectura e ingeniería y las infraestructuras conexas dedicadas a las actividades mercantiles, el alojamiento y el almacenamiento de mercancías y los sitios con un significado religioso.

Obra arquitectónica de Le Corbusier - Contribución excepcional al Movimiento Moderno. Bien cultural inscripto en 2016. Repartidos en siete países, los 17 sitios integrantes de este bien del patrimonio mundial constituyen un testimonio de la invención de un nuevo modo de expresión de la arquitectura, en clara ruptura con sus formas anteriores.

Las obras fueron realizadas por Le Corbusier a lo largo de cincuenta años de "búsqueda paciente", según sus propias palabras. El Complejo del Capitolio de Chandigarh (India), el Museo Nacional de Bellas Artes de Occidente de Tokio (Japón), la casa del Dr. Curutchet en La Plata (Argentina) y la Unidad de Viviendas de Marsella (Francia), entre otras construcciones, ponen de manifiesto las soluciones aportadas en el siglo XX por el Movimiento Moderno al reto de renovar las técnicas arquitectónicas para satisfacer las necesidades de la sociedad.

Estas obras maestras del genio humano también constituyen un testimonio de la internacionalización de la arquitectura a escala planetaria.

El tango, se comparte con Uruguay. Patrimonio inmaterial, 2009. La tradición argentina y uruguaya del tango, conocida en el mundo entero, nació en la cuenca del Río de la Plata, entre las clases populares de las ciudades de Buenos Aires y Montevideo.

En esta región, donde se mezclan los emigrantes europeos, los descendientes de esclavos africanos y los nativos (criollos), se produjo una amalgama de costumbres, creencias y ritos que se transformó en una identidad cultural específica.

Entre las expresiones más características de esa identidad figuran la música, la danza y la poesía del tango que son, a la vez, una encarnación y un vector de la diversidad y del diálogo cultural. Practicado en las milongas -salas de baile típicas- de Buenos Aires y Montevideo, el tango ha difundido el espíritu de su comunidad por el mundo entero, adaptándose a nuevos entornos y al paso del tiempo.

Esa comunidad comprende hoy músicos, bailarines profesionales y aficionados, coreógrafos, compositores, letristas y profesores que enseñan este arte y hacen descubrir los tesoros vivos nacionales que encarnan la cultura del tango.

El tango también está presente en las celebraciones del patrimonio nacional, tanto en Argentina como en Uruguay, lo cual muestra el vasto alcance de esta música popular urbana.

El filete porteño de Buenos Aires, una técnica pictórica tradicional, Bien inmaterial inscripto en 2015. La técnica pictórica tradicional que combina los colores vivos con estilos tipográficos específicos de firuletes se pueden contemplar en autobuses urbanos, camiones y señalizaciones de tiendas y almacenes, en colectivos y en camiones.

La temática popular de esas imágenes comprende, entre otras, representaciones de santos y personalidades políticas admiradas, así como de estrellas musicales e ídolos deportivos. Los dibujos van a veces acompañados de dichos y refranes. La ejecución de esta técnica pictórica tradicional comienza con la realización de un dibujo que se traslada a un soporte.

Luego se ultima el trabajo utilizando pintura sintética, barniz coloreado y unos pinceles especiales de pelo largo.

Los artesanos especialistas en fileteado transmiten su técnica a todas las personas deseosas de aprenderla. No es preciso cursar estudios en el sistema de enseñanza formal para adquirir las competencias que necesita el dominio de esta técnica, por eso su aprendizaje constituye una oportunidad de inserción social para jóvenes de las comunidades que corren un riesgo de exclusión social.

En los últimos decenios ha surgido una nueva generación de artesanas, que ha participado en talleres sobre esta técnica pictórica y la está practicando. El resultado de esto ha sido la aparición de una nueva estética de esta modalidad artística.

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