El equipo argentino de Copa Davis dejará hoy Praga con las manos vacías luego de perder en semifinales frente a República Checa, el campeón defensor, y mira al 2014 con incertidumbre. Acaso la única certeza es que sin Juan Martín Del Potro en el equipo será casi imposible soñar con obtener la tan postergada Ensaladera de Plata.
Los triunfos que consiguieron ayer Horacio Zeballos y Leonardo Mayer frente a Lukas Rosol y el juvenil Jiri Vezely no hicieron más que decorar el resultado final de una serie que se cerró el sábado, con la victoria de Tomas Berdych y Radek Stepanek en el dobles.
Zeballos (50 en el ranking) le ganó el cuarto punto a Rosol (46) por 4-6, 7-6 (6) y 6-4, mientras que Mayer (93) dio cuenta de Vesely (84) por 6-4 y 6-4.
Tal como admitió el capitán argentino Martín Jaite, la derrota “fue algo lógico”, pero no por eso menos dolorosa, ya que deja una vez más, y por segundo año consecutivo y ante el mismo rival, al equipo con las manos vacías.
Si la decisión es mirar el vaso medio lleno, los muy buenos triunfos frente a Alemania y ante Francia, ambos en el Parque Roca porteño, ocuparán un lugar de privilegio, pero en el futuro inmediato y con la mirada puesta en la edición 2014, Jaite y el resto del equipo saben que sin Del Potro en el equipo difícilmente puedan mantenerse en lo más alto.
La ilusión del conjunto argentino de dar el batacazo en el O2 Arena se aferraba en la idea de trasladarle la presión al local porque no había “nada que perder”, pero no fue suficiente ante el poderío checo, puesto que Stepanek le ganó el primer punto a Juan Mónaco y Berdych debió trabajar más de la cuenta pero hizo lo propio ante Mayer.
La derrota de Mónaco fue un tempranero golpe de nocaut, ya que ese era el partido a ganar para intentar luego la hazaña en el dobles y soñar con otra sorpresa en un hipotético quinto punto. Pero en el dobles se dio la lógica, Berdych y Stepanek, acaso la mejor pareja de Copa Davis en la actualidad, con 13 triunfos y una sola derrota, les ganaron sin problemas a Zeballos y Berlocq, y el sueño, que ya era una quimera, se diluyó por completo.
Pero la incertidumbre argentina no pasa sólo por saber si para la próxima edición contará con su “as de espadas”, tal como definió Jaite a Del Potro en la primera conferencia de prensa al frente del equipo, sino si el propio Jaite continuará en el cargo.
Es que el actual capitán firmó un vínculo por dos años con posibilidad de uno más si es que Arturo Grimaldi, presidente de la Asociación Argentina de Tenis, era reelegido en su cargo en las elecciones que se llevarán a cabo en noviembre, algo que ocurriría sin inconvenientes.
Jaite hizo saber que está “cómodo y con ganas” de seguir, pero dependerá de una reunión que deberá mantener con el presidente de la AAT.
Consumada la derrota y frustrado una vez más el sueño de la Davis, no hay mucho tiempo para lamentos, puesto que el miércoles se realizará en Londres el sorteo de la edición 2014 y allí, Argentina, que será uno de los ocho cabezas de serie, sabrá cuál será su rival para el debut.
Desde ese momento habrá que cambiar el chip y mirar al futuro con una certeza: con Del Potro en el equipo, Argentina tiene armas para soñar en grande; sin él, y con David Nalbandian a las puertas del retiro, probablemente Argentina abandone ese lugar de privilegio que mantuvo en la última década.
