La Argentina volvió a tener superávit comercial con Brasil en septiembre por primera vez desde diciembre de 2014, por la abrupta caída de la importación de productos como consecuencia de la devaluación del peso.
Fue un superávit chico, de sólo 6 millones de dólares, pero resultó un dato positivo en un océano de indicadores económicos que van de mal en peor y sin un horizonte certero de recuperación.
El precio del dólar estadounidense (con la que se concretan las operaciones comerciales) subió 10,2% en el mes; 121,4% en lo que va de 2018; y acumuló un alza del 138% en los últimos doce meses. Esto le dio a la economía local un alza exponencial de su competitividad, a pesar de la alta inflación.
El comercio bilateral entre ambos países alcanzó los 1.860 millones de dólares en septiembre, un 17,5% inferior al registrado el año pasado. Esta baja fue por un descenso del 35,2% de las importaciones argentinas desde Brasil, hasta los 927 millones de dólares. Las exportaciones, en tanto, mostraron un incremento del 13,1%, alcanzando los 933 millones.
La balanza comercial bilateral había arrojado en agosto un rojo de 369 millones de dólares para la Argentina, mientras que un año atrás alcanzó los 606 millones de dólares, de acuerdo a los datos publicados por el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil.
El aumento de las exportaciones de Argentina hacia Brasil correspondió a vehículos de carga, trigo en grano, automóviles de pasajeros. La baja en las importaciones se explicó principalmente por automóviles y autopartes, vehículos de carga, y tractores.
Según un análisis de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, la Argentina se posicionó en tercer lugar entre los mayores proveedores de Brasil, por debajo de China (US$ 2.553 millones) y Estados Unidos (US$ 2.423 millones).
Asimismo, respecto a los principales compradores de Brasil, Argentina también se ubicó tercera, detrás de China (US$ 5.187 millones) y Estados Unidos (US$ 2.665 millones).
En los primeros nueve meses de 2018, el intercambio entre ambas economías avanzó un 4,3% alcanzando 20.704 millones de dólares, mientras que el déficit comercial de Argentina se redujo 27,2% hasta los US$ 4.281 millones.
Eso responde a la suba de las exportaciones de Argentina hacia Brasil (17,5%) y a la contracción de las importaciones (2,9%) en dicho período.
Luego de cerrar el 2017 con un crecimiento de la actividad del 1%, dejando atrás la severa crisis que azotó al país, la economía brasileña se expandió un 1,1% en el primer semestre del año respecto al mismo período de 2017, acumulando seis trimestres de avances interanuales consecutivos.
Sin embargo, el contexto de incertidumbre que atraviesa el país y el mundo, condujeron a que el Banco Central de Brasil recortara su estimación de crecimiento en 0,2%, situándolo en 1,4% para 2018, en línea con las previsiones del mercado.