La fiesta estuvo "armada" desde el principio, desde el la noche en el cual Argentina le ganó 13-2 a Australia. Y la Selección con el correr del Mundial no decepcionó, aunque anoche con Brasil, nada más y nada menos, primero tuvo que sufrir para después desatar el festejo por un nuevo título: 3-2.
El comienzo fue inmejorable para nuestro representativo. Es que Antiveros canjeó por gol la primera chance y de esa manera la Albiceleste lo ganaba casi desde los vestuarios. Al ratito, Politi tuvo el segundo, pero casi caprichosamente la pelota se estrelló en el palo derecho de Da Silva.
Era momento de hacer circular el balón ya que el rival estaba herido. Sin embargo, en una desconcentración, Brasil encontró mal parada a la defensa nacional y Da Costa enmudeció el estadio al marcar el 1-1. Fue un volver a empezar, aunque el equipo de Avveduto ya no jugó con la tranquilidad que supo tener al principio. De todas maneras, dentro de ese contexto, Da Silva cometió una dura infracción y Argentina estuvo cerca de marcar el segundo: Da Costa apareció justo para tapar el remate de Tapia que llevaba destino de red.
El reinicio mostró más decidida a la Argentina. Luego de una jugada del Chelo Mescolatti, Koltes casi pone el 2-1. La paridad era el común denominador de dos rivales que se respetaban mucho, pero Da Costa casi estuvo de poner arriba a su equipo con una exquisita definición que obligo a López enviar la pelota al córner. La respuesta nació de una salida rápida en la que González remató cruzado y Pires no alcanzó a empujarla.
Y cuando parecía que el partido se iba a tiempo suplementario, una infracción de Antiveros derivó en un golpe a nuestra ilusión. Jugada preparada, dos toques y gol de Dos Santos. Increíble, pero real. Encima en la última jugada los árbitros sancionaron un polémico penal para Argentina y López se lo atajó a Koltes. ¿Golpe al sueño? Para nada. Apareció Mescolatti y nos dio una vida más, llevando el partido a suplementario.
En el tiempo extra, Argentina hizo rota la pelota y apareció Pires para poner el 3-2. Delirio. Argentina volvía estar al frente y será para siempre, porque la alegría nao tem fin.
Mescolatti, el capitán iluminado
"Esta película no podía terminar con un final triste". La frase es de Marcelo Mescolatti, el capitán del seleccionado argentino que anoche apareció en el momento justo para darle a la Argentina el transitorio emapte 2-2.
Un iluminado por naturaleza, hombre de mil batallas y considerado el mejor jugador del futsal nacional. Con Mendoza ganó todo lo que quiso y le faltaba la frutilla del postre, un título ecuménico en lo que era su cuarta participación con el seleccionado en un evento de tremenda magnitud.
Y el Chelo se sacó esa espina que le había quedado clavada en 2007 cuando el Mundial se disputó en nuestra provincia. "Hay un montón de gente apoyándonos y es para todos ellos, familias, amigos, dirigentes, para todo el pueblo argentino", agregó entre lágrimas. Y prosiguió: "Es una alegría para todo el deporte nacional. Es mi cuarto Mundial, y es el broche de oro de mi carrera". ¿Dice adiós a la Selección? "No está al ciento por ciento decidido, pero quizás sea así", cerró Mescolatti.
“Nos lo merecemos”
Ariel Avveduto quizás desconcertó a más de uno. A propios y extraños del ambiente de esta disciplina. Con sus cambios 4x4 quizás le quitaba ritmo al equipo, pero él sabía lo que estaba haciendo. Antes de a premiación, comentó: "Es un premio para todo el deporte argentino. El futsal lo merecía y el pueblo de Misiones también, porque nos abrió sus puertas de la mejor manera e hicieron todo para que nos sintiéramos cómodos".
Por otro lado, dijo: Esto demuestra que en Argentina podemos trabajar juntos y que cuando lo hacemos, demostramos que podemos ser los mejores. Arriba Argentina".