El seleccionado argentino dio otro paso fundamental en la búsqueda del título al golear a Paraguay y acceder así a la gran final de la Copa América. En Concepción, se tomó revancha del empate en el debut y se impuso con un contundente 6-1. Se destapó y llegaron los goles. Rojo, Pastore, Di María (2), Agüero e Higuaín, los gritos para los de Martino, que jugarán ante Chile, en Santiago, la final soñada por todos.
Con el fresco antecedente del empate 2-2 en La Serena, donde Argentina había jugado un gran primer tiempo, con un nivel superlativo y una superioridad que hacia pensar en una goleada histórica, pero que finalmente no paso del empate tras el bajón en el funcionamiento y la levantada de los de Ramón Díaz.
Anoche, en Concepción, la historia fue muy parecida. Es que el equipo de Martino arrancó algo dormido, pero con el correr de los minutos tomó el control del juego y rápidamente se puso en ventaja con un gol de Marcos Rojo tras un tiro libre de Messi. El lateral se encontró con el balón y tras un giro rápido definió abajo.
La estantería paraguaya se vino abajo. Esta vez no había arrancado metido atrás. Los de Ramón presionaban bien arriba hasta el tanto del lateral izquierdo. El gol le vino bien al seleccionado albiceleste que a partir de ese momento se hizo dueño exclusivo del desarrollo.
Con un Messi más activo, que parece estar siempre en otro sintonía pero que cuando toma el balón baja a la tierra y saca de la galera algo mágico. Así, tras una serie de toques continúos La Pulga encaró -como en el Barcelona- y habilitó con un pase en cortada a Pastore para el segundo grito argentino.
En su tercera chance el cordobés no la desaprechó y con un remate cruzado a la derecha de Villar estiró la ventaja. Otra vez 2-0 ante Paraguay, pero con otro sensación. Esta vez parecía que los problemas del primer partido no iban a repetirse.
Es que además del 2-0 parcial, Paraguay perdió a dos jugadores clave en menos de 5 minutos. Primero fue la gran figura guaraní Derlis González. El "10" se tomó el posterior al lado de Ramón Díaz y con lágrimas en los ojos se tiró para recibir atención. Si bien intentó seguir, a los pocos segundos fue reemplazado.
Pero la mala fortuna para los de Ramón Díaz no terminaría ahí. Cuatro minutos más tarde el que se rompió fue Roque Santa Cruz. El capitán también sintió un pinchazo y debió dejar la cancha. Así, el panorama era por demás favorable para el seleccionado argentino. Y más cuando la superioridad seguía creciendo.
Sin embargo, los fantasmas aparecieron nuevamente y esta vez antes del final del primer acto. Un anticipo de Bruno Valdez dejó solo a Lucas Barrios contra Romero y el delantero no falló. Sacó un remate fortísimo que encontró la red, ante el desconcierto defensivo albiceleste que salió sin tomar marcas y lo pagó muy caro.
Al descanso con la preocupación de que había sido superior, pero que la ventaja era mínima y no definitiva. Paraguay estaba otra vez vivo y en carrera.
De todas formas, las preocupaciones argentinas duraron un par de minutos. Después de una serie de toques en el mediocampo la pelota le cayó a Pastore, que encaró y habilitó a Di María. El extremo no dudó y con un remate cruzado y abajo puso el 3-1. Ahora sí, el pase a la final ya no corría peligro.
A pesar de que la diferencia era tan solo de dos goles, el tercer grito argentino fue una puñalada para los paraguayos, que quedaron al borde del nocaut. El mismo no tardó en llegar, porque a los pocos minutos otra vez apareció Di María para capturar un rebote y desatar la locura albiceleste en Concepción. Ahora sí, partido liquidado. De mas estuvieron los tantos posteriores de Agüero e Higuaín.
De ahí hasta el final solo fue esperar el gol de Messi, que a pesar de buscarlo por todos lados no llegó. Pero eso poco importa. Messi la rompió y quizá sus goles lleguen en el momento más importante, en la final. Argentina consiguió el pase tras ocho años luego de haber estado en la definición de la edición 2007. Aquella vez fue derrota ante Brasil en Venezuela. Ahora, la revancha será ante la Roja de Sampaoli. Ante el local, ante Chile.