En un nuevo paso de su ofensiva diplomática para enfrentar el fallo del juez Thomas Griesa que benefició a los fondos buitres, la Argentina logró que el G-77 más China presente un proyecto ante las Naciones Unidas para regular los procesos de reestructuración de deuda soberana.
La propuesta será planteada el 9 de setiembre en Nueva York, y en caso de avanzar debería tomar la forma de una convención internacional, y ser suscripta por los diferentes países.
“Existe un vacío legal y eso permitió que el juez Griesa tome su decisión. Ahora se va escribir la ley de quiebras que hace falta” para los países, expresó el canciller Héctor Timerman, al hacer el anuncio en la Casa de Gobierno junto al ministro de Economía, Axel Kicillof.
El G-77 más China agrupa hoy a 133 países en vías de desarrollo, y fue creado en la década del 60 para dar mutuo apoyo en la escena internacional. A mediados de junio la cumbre del grupo realizada en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia ejerce la presidencia temporaria) le dio un contundente respaldo a la posición argentina en materia de deuda.
Pocos días después quedó firme el fallo de Griesa al no tomar el caso la Corte Suprema de los Estados Unidos. Y el Gobierno inició su raid diplomático justamente ante el G-77 en Nueva York, donde fue invitado a exponer Kicillof.
Ayer, Timerman destacó que la decisión de impulsar una convención fue tomada “por unanimidad” de los miembros del G-77. Aunque reconoció que desde 2003 hay países que lo solicitan pero ha habido trabas de otras naciones.
“Argentina es un leading case. Pero no queremos ser un ejemplo de estudio. Queremos que lo que diga esta convención llame a la lógica y que lo aplique el juez Griesa”, se entusiasmó Kicillof.
En este optimismo, y en caso de tener luz verde el 9 de setiembre para avanzar, Timerman sostuvo que “en menos de un año” estaría redactada la convención.
Pero no hizo proyecciones sobre el tiempo que demandaría ser aprobada y sobre los plazos de su entrada en vigor, lo que también es determinado en este tipo de instrumentos por los Estados negociadores.
Kicillof insistió sin embargo en la posible retroactividad: “Sería extraño que si (el caso de) la Argentina gatilla la convención, no lo tome en cuenta”. Unos días después de ese debate, la presidenta Cristina Kirchner viajará a la Asamblea General de la ONU, para exponer ante el plenario de jefes de Estado, entre el 24 y el 27 de setiembre.
Se da por descontado que la cuestión de la deuda y la denuncia de la “agresión” al país será el eje principal de su discurso.
Timerman reconoció en un momento que Estados Unidos sigue sin contestar (formalmente, porque lo han hecho voceros del Departamento de Estado a la prensa) el reclamo argentino para llevar la disputa con la justicia norteamericana ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Ya llevado al terreno de las hipótesis, porque se hablaba de una norma que todavía está en etapa de proyecto, Timerman confesó también que “no sé si Estados Unidos puede aceptar esta convención”.
Griesa convoca a audiencia por el Citigroup
El juez de Nueva York, Thomas Griesa, convocó a una audiencia para el próximo 10 de setiembre, para considerar allí “si se puede obligar al Citigroup” a cumplir con un mandato judicial, según reportan agencias internacionales.
El pedido fue realizado por el fondo de inversión NML Capital, uno de los demandantes que le ganaron el juicio a la Argentina por el default de 2001.
De esta manera, el magistrado se anticipó a la audiencia que ya había convocado la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Nueva York, para el 18 de setiembre.
El Citi y la Argentina habían apelado la decisión de Griesa de permitir “por única vez” pagos de bonos reestructurados que eran de la misma especie que los utilizados por el país para cancelar la deuda con Repsol.
