El seleccionado argentino de fútbol, que mañana jugará ante Alemania la final de la Copa del Mundo Brasil 2014, arribó esta tarde al hotel donde se alojará mientras dure su estadía en la ciudad de Río de Janeiro.
El tradicional ómnibus Hyundai que transporta a la delegación albiceleste llegó a las 13.20 al hotel Radisson de la zona de Barra de Tijuca, en el marco de un fuerte operativo de seguridad, que incluyó más de 40 efectivos de la Policía brasileña.
Alrededor de 100 simpatizantes argentinos, que se ubicaron detrás de los vallados instalados oportunamente por los encargados de la seguridad del establecimiento, vivaron intensamente a los dirigidos por Alejandro Sabella, incluso, hasta tarareando el estribillo del Himno Nacional.
La explosión principal se produjo cuando Lionel Messi, con su valija, descendió del micro y raudamente se dirigió hacia el lobby del hotel.
El equipo argentino tiene previsto reconocer el estadio Maracaná, que será escenario del cotejo de mañana, por la tarde, momento en el cual el DT Sabella brindará una conferencia de prensa.
El incondicional apoyo
Gran cantidad de motos, autos y hasta tres helicópteros siguieron durante todo el recorrido al seleccionado, que fue recibido por cerca de mil hinchas argentinos, que esperaban al plantel desde muy temprano.
Con banderas y camisetas celestes y blancas los hinchas ocuparon todo el ancho del hotel y recibieron al equipo con las canciones de siempre, y la ilusión de una tercera copa del mundo.
Lionel Messi, Javier Mascherano y Sergio Agüero fueron los jugadores más ovacionados por los fanáticos que estaban detrás de las vallas y por los muchos otros que también se hospedan en el hotel y aprovecharon para estar cerca de los futbolistas.
