A fines de 2014, Argentina se convertirá en un país libre de grasas trans, ya que desde diciembre quedará prohibida la producción y comercialización de alimentos que contengan estos componentes. Así lo confirmó el viceministro de Salud de la Nación, Eduardo Bustos VIllar, después de participar de una asamblea en Naciones Unidas en la que se analizaron los avances en materia de control y prevención de enfermedades no transmitibles.
"Al prohibir la producción y comercialización, Argentina se convertirá en el país líder en el mundo en la regulación de estos componentes presentes en distintos productos, como las harinas y aceites vegetales, y que desencadenan las obstrucciones arteriales", explicó Bustos Villar. Tras su estadía en la sede de la ONU en Nueva York, el funcionario adelantó que también se reforzará la regulación para desalentar el consumo de alimentos no saludables en el país.
Las grasas trans se forman cuando el aceite líquido se convierte en una grasa sólida, añadiendo hidrógenos, lo que permite incrementar la vida útil de los alimentos. De esta manera se producen aceites y grasas para freír, muy útiles para la elaboración de alimentos procesados: papas fritas, snacks, harinas y galletitas, entre otros. Estudios recientes confirmaron que este tipo de grasas son nocivas, ya que elevan el colesterol malo y los triglicéridos.