Argentina, sin jugar, ya entraría al repechaje

Si Venezuela y Uruguay no ganan esta noche, el equipo de Sabella ya tendrá el quinto puesto asegurado. Obviamente, puede ser mejor.

Argentina, sin jugar, ya entraría al repechaje
Argentina, sin jugar, ya entraría al repechaje

Argentina puede asegurarse hoy, sin jugar, el repechaje para el Mundial de Brasil 2014, si Venezuela no le gana a Chile y si Uruguay no derrota a Perú, en Lima.

Los números, lo más frío pero no menos importante, marcan que la tarea de Sabella es muy buena: ganó 7 partidos (5 de local y 2 de visitante), empató 4 (2 de local e igual cantidad fuera de casa) y perdió 1 (en el exterior).

En lo futbolístico, tras un inicio irregular (1-0 en contra vs. Venezuela 1-0, en Puerto La Cruz, y un empate 1-1 con Bolivia, llegó un gran desenlace que derivó en que la Selección tenga un pie en Brasil. Y el ciclo tiene más aspectos positivos, porque se logró una identidad futbolística y se definió un estilo de juego. Además hubo buenos resultados en la altura: 1-1, con Bolivia (La Paz) y Ecuador (Quito).

También hay que considerar que desde que asumió Sabella, Messi alcanzó su plenitud con Argentina, respecto de las etapas de Pekerman (‘03-’05), camino a Alemania 2006, de Basile (‘07-’08) y Maradona (‘09), rumbo a Sudáfrica 2010.

Y ‘Pachorra’, a diferencia de sus antecesores, supo cómo hacer jugar y rodear a la estrella de Barça. Pensó un equipo entorno a la ‘Pulga’, con extraordinarios jugadores de mitad de cancha hacia adelante.

El análisis arranca adelante por el crecimiento del equipo, con la salvedad de tener un arquero con estilo y personalidad como Romero. Marca y distribución en Mascherano, y Gago, con quite y precisión, soportes para los 4 fantásticos: Di María, Agüero, Higuaín y Messi.

Además, el DT le dio forma a una defensa que no brilla, pero que es más confiable. Primero definió la dupla central: Fernández y Garay; y que los laterales sean Zabaleta y Rojo. Pero lo más importante es que priorizó un fútbol vertical, aunque cuando fue a La Paz (3.600) y Quito (2.800) plasmó un 5-3-2, con futbolistas para la ocasión.

Desde lo futbolístico, poco se le puede reprochar y desde lo humano, nada por la unión del grupo, clave para estar casi adentro del Mundial. Sabella, en ese sentido, se asemejó a los procesos de Bielsa, el DT que mejores resultados sacó en Eliminatorias (43 puntos de 54 posibles: 79% de efectividad) y de Pekerman, quienes formaron grupos sólidos para Corea-Japón 2002 y Alemania 2006.

A la vez distó de los ciclos de Passarella, camino a Francia 1998, Basile-Maradona, a Sudáfrica 2010, quienes estuvieron salpicados por problemas internos.

Bielsa, sin dudas, fue el mejor conductor en la fase previa a un Mundial (líder de principio a fin), pero tiene el récord de volverse en la ronda inicial de una cita ecuménica con ese recordado empate (1-1) con Suecia.

El DT rosarino impuso un juego vistoso, que generó admiración, que a la vez se combinó con buenos resultados (13 triunfos, 4 empates y una derrota). Pekerman, en tanto, pese a ser segundo detrás de Brasil (diferencia de gol), también conformó y deleitó al exitista hincha argentino. Las 34 unidades de 54, un 63% de eficiencia, se convirtieron, más tarde, en cuartos de final en ‘06, donde los penales ante el local lo mandaron a casa.

Mientras que Passarella fue primero con 30 puntos de 48: 62,5%, y luego cumplió un buen papel en Francia ‘98.

La peor campaña, sin dudas, fue la de Basile-Maradona, porque la clasificación corrió riesgo hasta la penúltima fecha: cuartos con 28 unidades de 54: 52%, pero con una angustia parecida a la que se vivió rumbo a México ‘86 (agónico empate con Perú 2-2) y Estados Unidos ‘94 (durísima goleada en River, con Colombia 5-0, que derivó en el repechaje ante Australia), donde se sufrió hasta el último segundo.

Basile volvió al seleccionado con una filosofía vieja para los jugadores de la época, pero estuvo primero entre la 2da y 3era fecha, y después no bajó del tercer puesto hasta la 10 (16 puntos de 30: 53%). Pero lo escrito, problemas con los actuales cracks, y su idilio con Riquelme, el último “10” natural de Argentina, derivaron en su renuncia tras la caída 1-0 en Chile.

Asimismo, Diego llegó con la chapa de haber sido el mejor futbolista de la historia, para ordenar un vestuario plagado de figuras y fracturas. Y sus cifras son los más bajas entre los seis técnicos: 12 puntos de 24. El agónico gol de Palermo, en la lluviosa noche del 10 de octubre del 2009 ante Perú, con una victoria 2-1, lo salvó de tener que definir con Uruguay, el pasaje a Sudáfrica 2010.

Las 28 unidades de 54: 52% de efectividad, entre Basile y Maradona son la producción más pobre desde que las Eliminatorias se juegan todos contra todos. Por eso, más allá de las cifras, Argentina siempre se clasificó a mundiales, aunque con sellos distintos y éso, sin duda, es lo que marca la diferencia entre buenos, regulares y malos entrenadores. Sabella, con certeza, está en el grupo de los primeros.

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