Argentina sigue siendo noticia mundial, al oficializar hoy una tasa de interés que no se da ni siquiera en Venezuela: el 60%. ¿En qué nos afecta?
La “tasa de interés” se conoce como el pago que realiza quien pide prestado dinero a quien se lo da. Por ejemplo, si la tasa de interés anual es del 10%, eso significa que por cada $100 prestados, el deudor (en este caso el Banco Central) pagará $110 al final del año. Pero ahora, quien tome 100 debe devolver 160.
¿Para qué sirve esta tasa? La política monetaria del Banco Central está enfocada en mantener la estabilidad de los precios, o sea, adoptar políticas para contener la inflación. En este sentido, la entidad estatal utiliza la tasa de interés de corto plazo como su principal instrumento, como por ejemplo con las Letras del Banco Central (Lebacs), que se licitan una vez por mes.
Al bajar la tasa y ser menos atractiva, los ahorristas se vuelcan más al dólar, por lo que el Banco Central la sube a niveles altísimos y apuesta a las inversiones en pesos.
Pero para quien pidió un préstamos hipotecario y para una Pyme, que necesita financiamiento, es una pésima noticia, ya que la medida incentiva a que el que tiene plata la guarde para especular y no la invierta.