El seleccionado argentino masculino de básquetbol comenzará el sábado ante Corea del Sur su camino en el Mundial de China, del 31 de agosto al 15 de septiembre, con el objetivo de pasar de ronda y ratificar la obtención de la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Lima.
El equipo nacional, conducido por el bahiense Sergio "Oveja" Hernández, ya no ostenta el mote de candidato que supo tener desde el 2004 cuando se consiguió el oro en los Juegos Olímpicos de Atenas hasta la edición olímpica de Londres 2012, aunque la nueva generación, que en su mayoría estuvo en el plantel de Río de Janeiro 2016, alberga la esperanza de terminar entre los ocho mejores.
Liderado por el campeón olímpico y ex NBA Luis Scola en la pintura y en la base por la dupla de Real Madrid de España, Facundo Campazzo -llegará limitado por un esguince en el tobillo derecho-, y Nicolás Laprovíttola, protagonizará un duro grupo B con Rusia, Nigeria y Corea del Sur. De allí saldrán los dos clasificados a los octavos de final.
Es fundamental la vigencia de Scola (39 años), al que se lo vio en buena manera durante los amistosos previos, en especial en la aplastante victoria ante Rusia (85 a 64), en la que aportó 13 puntos, y en la caída del martes en manos de España (84 a 76), con su buen trabajo defensivo frente a rivales de primera línea y con sus 24 tantos.
"En líneas generales estamos bien. Esta es una selección joven, que tiene ritmo, juega básquet moderno y tiene jugadores que están tratando de ganarse su lugar, hacerse un nombre y lo están haciendo muy bien", expresó el ex Houston Rockets en diálogo con TyC Sports.
Además del capitán, la ilusión nacional pasa por Campazzo, a pesar de su lesión por la que arribará con lo "justo" desde lo físico, ya que aporta la verticalidad necesaria para el básquetbol moderno. Claro que sus logros recientes en el club madrileño y haber terminado como el jugador más valioso de las finales españolas realzan sus condiciones que se vieron desde su arranque en Peñarol de Mar del Plata.
El crecimiento de Laprovíttola, quien dejó atrás las dudas luego de una gran temporada con la camiseta de Joventut de Badalona -finalizó como MVP de la Fase Regular de España-, y la confirmación en su rol dentro del campo, refleja que el punto fuerte de Argentina estará en la base, desde donde se genera el básquetbol.
El aspecto más flaco del representativo nacional pasa por los rebotes en su propio tablero y su falta de altura en comparación a rivales de la talla de Rusia, Lituania, España y Estados Unidos, entre otros. Este inconveniente se ha visto en las últimas presentaciones y será, junto con las pérdidas, algo a resolver si pretende meterse entre los ocho.
Finalmente, el ataque se mostró fluido, con buenos movimientos de balón y sin egoísmo para generar espacios a la hora de ejecutar las ofensivas planeadas. A pesar de ello, los porcentajes de los tiros externos fueron en general bajos, dado que los especialistas (Patricio Garino, Nicolás Brussino y Gabriel Deck) estuvieron sin fineza.
Argentina integrará el Grupo B junto con Rusia, Nigeria y Corea -rival del debut el sábado 31, a las 9.30 (hora argentina).
-Plantel-
Bases: Facundo Campazzo (Real Madrid), Nicolás Laprovittola (Real Madrid) y Luca Vildoza (Baskonia de España).
Escoltas: Nicolás Brussino (Zaragoza de España) y Lucio Redivo (libre).
Aleros: Máximo Fjellerup (San Lorenzo), Patricio Garino (Baskonia de España) y Gabriel Deck (Real Madrid).
Internos: Luis Scola (libre), Agustín Cáffaro (San Lorenzo), Marcos Delía (Fuerza Regia de México) y Tayavek Gallizzi (Regatas Corrientes).
Entrenador: Sergio Hernández.