Aquí, en Porto Alegre, la selección nacional empezó a vivir la Copa América. No sólo por el resultado que le permitió ganar 2 a 0 (con goles de sus dos delanteros) si no también por el ambiente que tuvimos en el Arena Do Gremio. 35.000 argentinos alentando a los futbolistas que nos representan.
Los 5000 restantes eran brasileños que querían ver a Messi y compañía. Esto ya no es sorpresa porque en cada ciudad o estadio donde jugaron los futbolistas con la Albiceleste puesta nos encontramos a muchos ciudadanos de este gran país que quieren a nuestro equipo. Ya nada sorprende en esta Copa América. Decepción era si nos volvíamos en la primera ronda, por lo menos con el triunfo de ayer y el resultado de Colombia con Paraguay, la Argentina no se enfrentará con Brasil y jugará con Venezuela en los cuartos de final –el próximo viernes que en Río de Janeiro-.
Obviamente que este equipo puede dar más y puede jugar mejor. Qatar es una selección que esta en crecimiento y por momentos complicó al conjunto de Scaloni.
La bandera del grupo es Messi que esta cumpliendo años hoy -32- y detrás de él tienen que encolumnarse todos. Es el referente futbolístico y cada vez que tiene la pelota puede generar peligro en el arco rival. Ayer no se le dio pero sí asistió, se movió por todo el frente del ataque y se asoció con Agüero, Martínez, Paredes, Lo Celso y De Paul que acompañaron en cada ataque. Verlo a Messi en el estadio me genera admiración permanente. Como le pega a la pelota, como toca el balón y como se posiciona en cancha es para disfrutarlo minuto a minuto. Leo lo dijo después del duelo con Paraguay “sería una locura si quedamos eliminados de la Copa América” y eso no sucedió porque los tantos aparecieron.
Scaloni tardó mucho en poner juntos desde el inicio, a Agüero y Martínez. Se complementan y tienen un peso específico que a cualquier selección le genera preocupación. Los dos cumplieron ante Qatar y lograron convertir. De a poco el once va apareciendo y con el correr de los días seguramente va a mejorar porque pueden hacerlo.
En cinco días estaré en Río de Janeiro viendo a la Argentina en el Maracaná ante la Vinotinto –rival durísimo y que tiene una identidad de juego-. La esperanza se renueva pero deben mejorar. No pueden quedarse con este 2 a 0 porque lo que la Argentina demostró, en esta Copa, es poco. Además la mayoría opina que por los jugadores que tiene este plantel, se puede dar mucho más.
El camino es éste: Agüero y Martínez juntos en el ataque, aunque en cuanto a la generación, hay mucho por mejorar. Además, deben tener una idea de juego más clara para llegar a la identidad que todos queremos verle a nuestro equipo.
La Copa América comenzó y el destino futbolístico nos marcará para qué estamos. El partido del viernes puede definir el futuro de nuestros jugadores que si ganan, se meterán en las semifinales y allí tendrán posibilidades de enfrentarse con los mejores de este torneo internacional.