Un incendió destruyó totalmente una casa donde funcionaba una sede de la asociación civil Kairós, en Maipú, dedicada a educar y alimentar a más de 120 chicos carenciados. Sus integrantes y los vecinos del lugar quieren reconstruir el edificio y volver a abrir el lugar que tanto ayuda a su barrio. Para ello piden la colaboración de toda la sociedad.
La casa de la que casi no quedó nada en pie luego del siniestro que comenzó esta madrugada queda en el barrio Maugeri en la manzana C casa 5, en el límite entre Maipú y Gutiérrez.
Fueron los propios vecinos los que alertaron a las autoridades cuando vieron que el edificio comenzaba a ser consumido por las llamas.
Ya notificados, dotaciones del Cuartel Central de Bomberos y de los Bomberos Voluntarios de Maipú llegaron al lugar. Para ese entonces las llamas ya habían alcanzado gran parte del edificio. Los bomberos lograron apagar el incendio en pocos minutos. Las pérdidas materiales fueron totales, aunque afortunadamente no hubo que lamentar víctimas.
“Perdimos todo, desde un vaso hasta la cocina”, dijo conmocionada Natalia Scivoletto, trabajadora social e integrante de la asociación Kairós.
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“La policía nos dijo que las rejas estaban forzadas y que alguien habían entrado. No tenemos idea lo que pasó pero esto nos hace pensar que fue intencional”, confesó Natalia.
Y agrega: “Si bien todas las familias nos conocen, trabajamos en el lugar desde el año 2000, nos sentíamos muy vulnerables porque en la zona ya han ocurrido varios sucesos similares. Esto nos podía llegar a pasar, tenemos mucho miedo”.
La Oficina Fiscal N° 10 quedó a cargo de la investigación. Según algunos trascendidos el incendio fue producto de un supuesto enfrentamiento entre bandas narco de la zona, pero desde la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico no avalaron esta hipótesis. De todas maneras, la pesquisa está en marcha.
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"La Casita del Limón"
Los vecinos del lugar bautizaron afectuosamente al edificio como “La Casita del Limón”. Allí se desarrollan tareas enmarcadas en el programa denominado SEO (servicio educativo de origen social) y son llevadas adelante por la asociación Kairos fundada en 1996. Esto quiere decir que se involucra social, cultural y educativamente a toda la comunidad.
Es que en “La Casita del Limón” funciona un jardín maternal (cobija a chicos de 3 y 4 años), se les brinda apoya escolar a los chicos del barrio, se dictan talleres de costura y carpintería y además funciona un CEBA (Centros de Educación Básica para Adultos). Pero los alumnos no sólo encuentran formación académica sino que también funciona como comedor comunitario (algunos chicos desayunan, almuerzan y toman la media tarde en el lugar).
En total son más de 250 las personas que concurren a la casita y más de 100 familias están vinculadas de alguna manera. “Los vecinos y los chicos se sienten muy dolidos por todo lo que pasó, acá hacen todo y pasan gran parte del día en la casita”, explica Natalia.
Autoconvocados
Los chicos, que concurren al lugar que hoy es cenizas, junto con sus familias y los integrantes de la asociación, decidieron juntarse para comenzar la reconstrucción.
“Hemos decidido que esto no nos va a detener en nuestra tarea social y con la ayuda de los vecinos ya comenzamos a trabajar para remontar la tan necesaria y querida casita”, indicó emocionada Natalia.