Los incendios forestales continuaban el martes en la zona contaminada cerca de la planta nuclear de Chernóbil, aunque las autoridades insistieron en que no había amenaza por radiación.
Cientos de bomberos apoyados por aeronaves llevaban desde la semana pasada combatiendo varios fuegos en torno a la central. Lograron contener los primeros focos, pero nuevos incendios se estaban acercando a la planta.
Volodymyr Demchuk, del Servicio estatal de Emergencias de Ucrania, insistió en que la situación estaba bajo control.
``No hay amenaza para la central nuclear de Chernóbil, el almacenaje de residuos de combustible ni otras instalaciones críticas'', dijo.
El servicio de emergencias dijo que el nivel de radiación en la capital, Kiev, que se encuentra unos 100 kilómetros (60 millas) al sur de la planta, estaba dentro de lo normal.
Varios activistas, sin embargo, advirtieron que las llamas se estaban acercando peligrosamente a instalaciones que almacenan residuos.
Yaroslav Yemelyanenko, miembro del consejo público dependiente de la agencia estatal a cargo de la zona clausurada en torno a la planta, dijo que uno de los incendios estaba a 2 kilómetros (unas 1,2 millas) de uno de los depósitos de residuos radiactivos.
``La situación es crítica'', dijo en Facebook.
Las autoridades dijeron la semana pasada que habían identificado a una persona sospechosa de provocar un incendio quemando pasto seco en la zona. El hombre de 27 años dijo haber quemado los pastos ``por diversión'' y que no había podido apagar el fuego cuando el viento lo avivó.
La policía dijo el lunes que otro vecino de la zona había quemado basura y prendido fuego sin querer al pasto, provocando otro devastador incendio forestal. El hombre no reportó el fuego a las autoridades, señalaron las autoridades.
La Zona de Exclusión de Chernóbil de 2.600 kilómetros cuadrados (1.000 millas cuadradas) se estableció después del desastre en abril de 1986 que provocó una nube radiactiva que afectó a buena parte de Europa. La zona está prácticamente despoblada, aunque unas 200 personas han permanecido allí pese a las órdenes de marcharse.
En la zona se han registrado incendios con cierta frecuencia. Suelen comenzar cuando la gente prende fuego a pastos secos a principios de primavera, una práctica extendida en Ucrania, Rusia y otros antiguos países soviéticos y que a menudo provoca graves incendios forestales.