El arco perdió a un viejo amigo

Días atrás el arco despidió con enorme tristeza a otro viejo y entrañable amigo, hijo dilecto de los tres palos, celoso guardián del área,  protagonista de una época única e inolvidable como fue la década del 60 en las canchas mendocinas.
 
En Buenos Aires donde se encontraba radicado, y donde hasta hace muy poco tiempo  manejaba un taxi, falleció Ramón "Nicho" Diéguez. Se lo evoca por su mediana estatura, anchas espaldas, su gran fortaleza física, fuerte de piernas y de brazos, muy seguro de manos, sus notables reflejos, su extrema agilidad para  llegar al palo más lejano, sus  temerarias salidas cuando se tiraba a los pies de un delantero, cuando embolsaba la pelota después de  algún centro o cuando rechazaba fuerte y alto con  sus puños.

Se recuerdan sus comienzos en las inferiores de Independiente Rivadavia, su paso por Jorge Newbery  donde llegó a jugar en Primera  y su incorporación a Huracán Las Heras en 1960  en la época que se despedía del fútbol el "Negro" Ignacio Peñaloza (116 partidos hasta 1958) y regresaba al club luego de 10 temporadas Santo Riofrío (82 partidos en la Primera y figura en el campeón de Intermedia en 1945) que falleció prematuramente el 8 de mayo de 1962

. El "Nicho"  debió reemplazar a Jorge Madeira que había llegado de Argentinos Juniors como gran figura  y que había sido transferido a Godoy Cruz al tiempo  que surgía  Francisco Manuel "Pancho"  Ontiveros que provenía de las inferiores.  Por su arrojo y temeridad Diéguez se convirtió en titular a partir de la 12ª jornada de 1960, sitial que mantuvo hasta fines de la gran campaña de 1964.

Esa temporada del '60 y las siguientes el Globo conmovió siempre el mercado de pases con importantes contrataciones del nivel de Félix Respuela y Octavio Trillini, ambos de River Plate,  Juan Carlos Diz de Sarmiento de Junín, Héctor Tedeschi de Argentinos Juniors, el goleador cordobés José Corsino Amaya, Atilio Marchiori, que llegó de Andes Talleres, y el malabarista Emilio Fernández y Roberto Reggio, provenientes de los Azules del Parque, que se sumaron entre otros a Osvaldo Laprovítola, Raúl García, Manuel Ibáñez, Felipe Vieyra, el Japonés Luis Reyna, Paulino y Orlando González. Diéguez fue el indiscutido dueño del arco en esos tiempos y se convirtió en un jugador  muy querido por la numerosa hinchada lasherina, que siempre le reconoció sus condiciones y amor a la camiseta.

Hasta 1965, en que fue transferido a Godoy Cruz, completó 106 partidos en la Primera del Globito, donde fue reemplazado por Raúl Ripamonti, entonces estudiante de medicina que años después se recibió de médico al igual que José Eibar y Carmelo Torrent, que defendían los colores Azulgranas.

Los hinchas norteños recuerdan de modo especial aquella sensacional campaña de 1964 en que Huracán dirigido por el Cholo Miguel Converti no sólo se salvó del descenso sino que produjo la hazaña de terminar en el primer puesto y debió disputar dos finales con Gimnasia y Esgrima para definir el título de campeón. Entre los héroes de aquel plantel que resultó sub-campeón figuraban Ramón Diéguez, elegido como "el arquero del campeonato" por la prensa especializada, Francisco "Pancho" Sance, José Calderón, Paulino González, Ernesto Sarmiento, Daniel Bilbao, Luis Reina, Carlos Jesús Lumbía, Walter Quiroga,  Hugo Vera,  Manuel Ibáñez,  Pedro Zamarián, José Corsino Amaya, Marcelo  Oros, Hardán Curi, Carlos Vázquez,  Felipe González, Juan Rodríguez, Alberto Rodríguez, Oscar Forquera, Carlos Villarroel, José Pajón, Francisco Bruna, José Chan, Jesús Pretto,  José Edián y Miguel Rivarola. 

La pandilla

Con su excelente buena memoria el doctor Julio Alberto Vega evocó el paso de Diéguez  por las filas de su querido Expreso, bajo el mandato de su primo hermano Héctor Walter Rodríguez. Aquel Godoy Cruz que marcó la aparición de la segunda pandilla en la historia del club con nombres como  Juan Carlos "Toto"  Díaz,  Alberto Castro, Carlos Ramón Montagnoli, Hugo Sitta, Navarrete, Roberto "Pocho" Gutiérrez, Di Césare, el "Negro" Osvaldo Román Camargo y Juan Hilario "Picho" Fernández, todos surgidos de la inagotable cantera bodeguera, dirigidos por la dupla Gregorio Garín-Orlando Cipolla.

El "Nicho" desplazó del puesto de titular a Luis Pieruz, de prolongada trayectoria y acaso en el final de su carrera, y más tarde le dejó su lugar a Héctor Osvaldo "Chalo" Pedone,  otra gran promesa del semillero que rápidamente se hizo realidad. En 1967 Diéguez fue transferido a Chacarita Juniors junto a Alberto Castro y el "Toto" Díaz, que posteriormente emigró al "Racing de José"  de esos años, mientras Gutiérrez y Camargo pasaron a los Millonarios.
 
El doctor Vega recordó además la anécdota de un contundente 4 a 0 sobre Boca Juniors de Buenos Aires en un amistoso jugado el 17 de agosto de 1965 con "Nicho" en el arco bodeguero, cuando el presidente Alberto Jacinto Armando, que había llegado tarde al aeropuerto se enteró en el taxi que su equipo iba perdiendo 2 a 0 y se volvió al hotel sin pisar la cancha.

En Chacarita

El  buen recuerdo que dejó en Chacarita Juniors en la temporada de 1967, donde fue titular a lo largo de 28 partidos, le permitió ser mencionado con gratitud y respeto en el libro "El orgullo de ser de Chacarita", editado el  01-05-06 con motivo del centenario del club. El periodista deportivo Alfredo Alegre señaló como un partido histórico  el épico triunfo 3 a 2 de Chacarita -que así se salvó del descenso- sobre Atlanta, en el estadio Bohemio el 23-12-67, en la última fecha del Reclasificatorio de ese año.

Aquel equipo que perdía 2 a 0, y que dio vuelta el marcador con goles de García Cambón (2) y del Tanque Neumann,  formó esa gloriosa tarde con Diéguez;  Bargas, Frassoldatti, Otaño y Bissio; Ferraro,  Alonso y Olmedo; Marcos, García Cambón y Neumann.
 
Plantel donde también estuvieron los mendocinos Castro y Díaz, además de Luis Pentrelli, Juan Carlos Montes, Cielinsky  y  Petracca.  Como muy bien comentó el colega Alegre, esa fue la base de aquel Chacarita campeón de 1969, a la que se agregaron Puntoriero, Ponzio, Recúpero, el "Nene" Jorge Alberto Gómez y Eliseo Jorge Petrocelli en el arco.