Árboles a contraluz

Desde Uruguay, su actual hogar, llega a Mendoza Diana Paris. La licenciada en Letras y Psicoanálisis que hace poco lanzó su último libro. Una oportunidad para empaparse en la psicología transgeneracional y sacudir las ramas de nuestro árbol genealógico.

Árboles a contraluz
Árboles a contraluz

Diana Paris nació en Buenos Aires, optó por estudiar la carrera de Letras, convirtiéndose luego en editora. Su pasión por las historias de vida la llevó a estudiar su segunda carrera: Psicoanálisis.

Aquí aunó sus conocimientos, con los de la psicología transgeneracional, para escribir finalmente el libro que esta noche se presenta en el Museo Municipal de Arte Moderno: “Secretos familiares, ¿decretos personales?”.

Dicen que los sistemas tienden a actuar de la misma manera para sobrevivir, perpetuando su accionar, pero de vez en cuando aparece un miembro que llega para desestabilizar y revolucionar ese sistema.

Diana hace en su libro esta propuesta, la de que cada uno pueda tomar conciencia, despertar e indagar en los asuntos que venimos acarreando desde nuestro nacimiento. Lo no dicho, lo oculto, lo disfrazado, dice la autora, se ponen en evidencia cuando comenzamos a investigar nuestro árbol genealógico.

Hoy, gracias a su amiga mendocina, Myriam, que conoció de “casualidad” en República Dominicana, la licenciada llega a Mendoza a presentar su libro sobre psicología transgeneracional para quienes quieran abrir los ojos y hacerse jardineros de su propio árbol.

- ¿Qué imagen vemos en la tapa del libro?

- En verdad tengo mucha experiencia en trabajo editorial (ya son 25 años). En general el departamento de arte de las editoriales es el que elige la tapa, como a mí me cautivó desde un principio esta imagen, la elegí y fue la que quedó.

Es una ilustración hecha en tinta en el 1800 casi 1900 por Charles de Sousy Ricketts, quien ilustró los originales de los cuentos de Edgar Allan Poe. Es una especie de gran maceta de donde surge un árbol de granadas pero, al mismo tiempo que sube esa imagen del árbol, aparece la imagen de una mujer entrelazada en la copa del árbol.

La verdad es que me enamoré de esta imagen: la descubrí y supe que no podía ser otra. Tiene que ver con la idea de lo femenino, de entrelazarse en las ramas de un árbol y eso de permitirse estar entre los frutos pero también tener los pies en la tierra. Estar cerca, pero no sujeto al propio árbol.

- ¿Y cómo se relaciona esto con el libro?

- Yo digo al final del libro que la vida es como un camino para transformarnos en jardineros de nuestro propio árbol que nos llega dado, que heredamos.

Este árbol, como metáfora de todos esos otros tiempos que nos habitan y de los que a veces no tenemos mucha referencia real o histórica, pero sabemos que viven en nosotros. Pienso que está en nuestras manos elegir con qué frutos y flores nos quedamos, qué partes podamos y qué dejamos florecer.

- ¿Cómo fue que concretaste el deseo de compartir tu experiencia en este campo de la psicología transgeneracional?

- Como licenciada en Letras, me he especializado durante mucho tiempo en todo lo que es biografías. Digamos que las historias de vida siempre me han interesado.

Mi vocación por estudiar esas cuestiones hizo que me decidiera a estudiar Psicoanálisis. Y cuando entré en la teoría freudiana, vi que ese mundo tan fascinante que es inconsciente, se podía completar con esta teoría de la Psicología Transgeneracional.

Ésta habla del inconsciente familiar. Así como tenemos un inconsciente individual, cada clan o linaje tiene una marca que hace que su forma de funcionar inconscientemente repita marcas propias de ese grupo: temores, enfermedades, dolencias, vocaciones, etc.

¿Porqué sucede esto?

- Si se hubieran hablando esas cosas en la familias, hoy no serían un trauma para las nuevas generaciones. Lo no dicho, dice la creadora de la Psicología Transgeneracional Anne Ancelin Schützenberger, se pasa de generación en generación como una papa caliente.

Cuando las personas más jóvenes de un clan tienen una conflictiva difícil de manejar hay que bucear en su árbol, fijándose a qué persona le tienen esa lealtad invisible que si no cumplen estarán traicionando el honor del linaje.

- ¿Esto tiene que ver con las Constelaciones Familiares?

- Tiene mucho que ver. Normalmente la gente que conoce del tema lo asocia con mucha facilidad. En verdad son herramientas distintas para lo mismo: tomar conciencia y hacerse cargo de la propia vida.

Las Constelaciones utilizan otra dinámica. Están más ligadas al Psicodrama, en tanto y en cuanto se pone el cuerpo y por algo que tiene que ver con una sincronicidad de la gente que está compartiendo el grupo, empiezan a surgir diálogos y reacciones sobre la problemática que se lleva, y al ponerlo en acción a través de roles se pueden decir y desprogramar cuestiones.

En cambio lo transgeneracional, más que con lo más cercano e intergeneracional, me pone en diálogo con un bisabuelo que nunca conocí, me pone en situación de ‘síndrome aniversario’ con episodios que nunca me contaron y descubro recorriendo mi árbol genealógico.

- Se 'destapan' muchas cosas...

Mirá, el truco está en poner conciencia, ponerle luz a todo. Podemos ir medio zombies por la vida y creer que lo que hacemos es lo que queremos, que lo hacemos con absoluta libertad. Hasta que un día decimos “stop”, y nos damos la oportunidad de empezar a tomar conciencia.

La ficha

Presentación del libro "Secretos familiares, ¿decretos personales?"
Autora:
Diana Paris.
Lugar: MMAMM (subsuelo Plaza Independencia).
Hora: 20.30.
Entrada: libre y gratuita.

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