He leído en Los Andes artículos como “Pérez quiere que en seis meses se trate la Nueva Ley de Aguas...”, “La cultura del agua en los colegios”, “Casuarinas de Gutiérrez se secan por falta de riego”, etc.
Es loable y fundamental que en Mendoza estemos preocupados por el agua, un bien más preciado que el oro, máxime que de ella depende la supervivencia de las personas.
En diciembre, por motivos personales tuve que ir a la zona de Guardia Vieja, en Luján de Cuyo, y en el recorrido tuve en suerte ver y disfrutar de nuestros túneles de árboles en vastos sectores, incluyendo la antigua ruta 40 con sus majestuosos árboles a ambos lado de la ruta.
En la recorrida observé a un joven caminando por el sector de banquina hablando por celular, e inmediatamente recordé al Dr. Favaloro en una entrevista en un canal de Buenos Aires que alentaba que en las escuelas se alentara a los alumnos a cultivar plantas, en especial las que nos proporcionan los alimentos, así podrían observar las exigencias que éstas tienen en el período de crecimiento, de esta manera entenderían cómo comprometerse con la cultura del trabajo y la vocación del cuidado de los bienes privados y públicos y el significado del esfuerzo para mantener su vida.
Luego pensé mientras seguía manejando, desde los gobiernos Nacional y Provinciales deberían involucrar a los estudiantes primarios, secundarios y hasta universitarios que, aparte de disponer de las computadoras y tecnologías para estar en la avanzada con otros países, promuevan que se involucren en la forestación de Mendoza induciéndolos a ser parte de la responsabilidad de plantar árboles (en forma activa) dentro sus propias comunidades, manteniendo un seguimiento en el cuidado de crecimiento de las distintas especies de nuestra zona desértica.
Nuestros antepasados, población y gobiernos, se preocuparon por la importancia de generar un bosque como pulmón verde para mantener la calidad de la salud de sus ciudadanos, y por lo tanto tuvieron la visión de recibir el aporte de un arquitecto de los quilates del profesor Thays quien diseñó el Parque General San Martín.
Si recorremos las calles que llevan al Parque, en especial en horario nocturno podremos apreciar al cruzar la calle Paso de los Andes la diferencia de sensación de menor de temperatura por la influencia del aporte cercano de ese importante bosque de nutridos árboles.
Es de esperar que a futuro se diseñe mediante un estudio de las autoridades para una gran expansión del Parque General San Martín aprovechando el aporte de la personas que reciben los planes trabajar.
En definitiva, teniendo presente lo que significa en nuestra provincia el aporte de la vegetación y, en especial, la forestación interpretamos que sería conveniente agregar este tema del arbolado en nuestras rutas, barrios, zonas industriales, emprendimientos comerciales, etc. mediante una planificación programada para considerar al árbol como tema relacionado a la cultura del agua y de Mendoza.
Marcos A. Pagnotta - DNI 6.875.712