Lo recibieron algunos mendocinos apostados en el ingreso principal de Impsa, con pancartas en las que podían verse leyendas como "Macri ladrón, andate" y "No al tarifazo".
Sin embargo, nada alteró el semblante del ministro de Energía Juan José Aranguren en su corto paso por Mendoza: tras elogiar a la empresa anfitriona por sus logros (ver aparte), justificó la suba de tarifas y la política energética del gobierno de Macri.
Pero antes tuvo que referirse a su supuesta desobediencia ante una resolución judicial que desautorizó el tope del 400% de ajuste en las facturas del gas.
"No hay tal desobediencia, por cuanto tal como lo pidió el juez Recondo, cuando emitimos la resolución 129 que impone un tope de 400% sobre la misma factura del año anterior, interpusimos un recurso extraordinario, que por la mera interposición hacía que la sentencia se suspendiera. Como la Cámara no lo entendió así vamos a responder".
¿Pagar o no pagar las boletas? En cuanto a las marchas y contramarchas discursivas del Gobierno sobre las polémicas facturas de gas con nacidas del tarifazo que "calentaron" a los usuarios, Aranguren negó contradicciones del jefe de gabinete, Marcos Peña, quien había dicho que tarde o temprano habría que afrontarlas. Y apostó a un dictamen favorable de la Justicia.
“El jefe de Gabinete fue claro. Estamos esperando que ésta semana tanto la Cámara Federal como la Corte ponga claridad sobre este tema. La recomendación del Gobierno nacional es que aquél que pueda pagar la factura vaya pagándola, al menos parcialmente, y en todo caso cuando vuelva la refacturación recibirá una nota de crédito”.
"Es un crimen"
Asimismo, Aranguren confía en la fecha de vencimiento del alud de amparos que frenaron el tarifazo. “El hecho específico, como se ha reconocido en todas las medidas cautelares, es que para que haya energía en Argentina tenemos que recomponer el valor de la tarifa que todos los argentinos pagamos. Seamos prudentes: el hecho de que haya una cautelar durante un tiempo no significa no pagar”.
No obstante, para el cuestionado funcionario, quien de paso negó su renuncia (“el que me puso fue el presidente Macri y él es el único que puede sacarme. No tengo ningún conflicto de intereses”), la importación de energía en el volumen actual no debería ser.
“Es un crimen, algo imperdonable que Argentina importe un 30% de gas”, consignó, aunque con algunas observaciones. Más allá de la necesidad coyuntural, justificó la medida en una cuestión de “integración regional”.
“Vamos a decir la verdad: no dejaremos de importar continuamente energía porque sería difícil que Bolivia le venda gas a otros países que no sean Brasil o Argentina. Pero sí tenemos necesidad imperiosa de dejar de importar GNL, que recibimos por barcos ahora también desde Chile. Si hacemos las cosas bien, creo que en 4 años dejaremos de hacerlo, para desarrollar trabajo argentino en zonas gasíferas como Mendoza, Neuquén, Chubut o Salta, que necesitan estabilidad en reglas de juego para poder explotarlo en forma eficiente”, indicó el ministro Aranguren.
Quitas "graduales"
En el último año, el Estado nacional destinó $ 180 mil millones en subsidios. ¿Cuál es la meta del recorte para equilibrar el déficit energético?
“No buscamos revertirlo, el objetivo es que haya energía. Si no hacíamos nada nos íbamos a quedar sin energía; a principios de año tuvimos que recurrir a cortes rotativos porque ya no alcanzaba con la que importábamos de Chile, Bolivia y Uruguay y Brasil. Aún supliendo dificultades de Bolivia con gas desde Chile, tuvimos que cortar el suministro a industrias. Es difícil interrumpir al residencial por su seguridad”, argumentó.
Luego de explayarse en la necesidad de "cambiar reglas de juego", y apuntar contra la gestión De Vido ("se incumplió con la base en materia de regulación de transporte y distribución durante los últimos años") arriesgó un término.
“Si logramos restituir la energía con fuente local, iremos bajando los subsidios. Pero su naturaleza dependerá de los precios internacionales y de una variable que no controlamos: el clima. Este año tuvimos mala suerte: fue el verano más cálido de los últimos 6, y el invierno el más frío”.
Acerca del impacto del 400% de subas que consideró “graduales”, resaltó la “nueva” tarifa social. “Es la primera vez que una administración se decide a subsidiar la demanda y terminar con los subsidios irrestrictos. Dando el subsidio a quién lo necesita tendremos la posibilidad de reducir las tarifas”.
Según Aranguren, con las medidas aplicadas sólo se logró recuperar el 35% del costo que implica generar energía eléctrica (“lo pagamos todos a partir del déficit, de la inflación”), y un 55% para el gas.
"No volverá a subir la nafta"
El ministro de Energía Juan José Aranguren aseguró ayer que las naftas “no volverán a subir durante este año” y pidió a los que votaron este proyecto político “esfuerzo” para recomponer las tarifas, volver a producir y tener energía más barata.
Y en cuanto a combustibles ¿volverán a subir la nafta? “Este año ya no”, se limitó a señalar al respecto.
El ministro de Energía defendió su avanzada judicial para dejar vigente el tope del 400% al aumento tarifas de servicios públicos: “No hay tal desobediencia porque cuando emitimos la resolución del tope de 400%, se hizo en el momento en que interpusimos un recurso extraordinario pero la cámara no lo interpretó así”, dijo Aranguren ayer en la planta de Impsa.
Subsidios y gasoducto de Malargüe
El ministro Aranguren también se refirió a la inclusión de sólo 20 de 286 electrointensivas de Mendoza en la reposición de subsidios, además de confirmar que el gasoducto de Malargüe es prioridad.
“Elaboramos una lista de electrodependientes de todo el país, muchas suministradas por los ministerios provinciales, con un corte a partir de un criterio definido: todas aquellas empresas con una potencia superior a 500 kw y que demandan menos de 10 mil mw hora recibirán un descuento del 20% en su factura. Obviamente, tenemos que ver cuál es el impacto en la competitividad de las empresas para determinar si habrá una segunda etapa".
Sobre el gasoducto señaló que “sin gas será muy difícil. Pero el de Malargüe, por el esfuerzo del gobernador, es una de las prioridades para el presupuesto 2017. Nos enfocamos en la relación costo-beneficio, o sea, a cuantos beneficiará”.