Pasadas las 9.15 fue el ministro de Energía, Juan José Aranguren, el encargado de abrir el encuentro desde la Usina del Arte, en Buenos Aires, y quien ratificó lo anunciado la semana pasada, es decir, se incrementarán las tarifas en promedio 203% según el nivel de consumo, lo que haría que la boleta de gas varíe entre los $ 107 y los $ 953 mensuales, más impuestos.
La idea central es que los aumentos se den de forma semestral hasta llegar a 2019 con una quita total de los subsidios, excepto las regiones Patagónicas, Puna y Malargüe en Mendoza donde la gradualidad llegaría hasta 2022.
El gobierno de Mendoza, a través del secretario de Servicios Públicos, Sergio Marinelli, reclamará que no sólo Malargüe tenga este diferencial, sino que se haga extensivo a toda la provincia "en función de las realidades climáticas que existen.
Incluso tenemos fallos judiciales que avalan este pedido y que obligaban al Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) a modificar el cuadro tarifario para Mendoza", destacó.
Entre los oradores estuvo Fernando Giliberti quien habló en representación de YPF y destacó que la producción del país comenzó a recuperarse a partir de 2012 y que la demanda de gas crece a un ritmo del 3% anual.
Según las estimaciones realizadas por la empresa, en función de diferentes variables, las nuevas tarifas de gas propuestas permitirán continuar con el desarrollo de los recursos de gas de Vaca Muerta, entre otros.
En dicho análisis, la ecuación general de precios para las petroleras está cercana a los U$S 6,78 promedio que costará el gas residencial proyectado para octubre de 2019, según el plan del Gobierno.
Después llegó el turno de las diferentes distribuidoras de gas del país. Así llegó al estrado el director de Operaciones y Finanzas de Ecogas, Daniel Rivadulla, quien comenzó afirmando que “es importante aclarar cuál es la participación de la tarifa de distribución en la factura final que abona un usuario. Si tomamos en cuenta un cliente residencial, una factura promedio con los aumentos que se están proponiendo en esta audiencia, la tarifa de distribución pesa apenas 17%”.
Rivadulla manifestó que la industria sufre la falta de actualización tarifaria desde 1999 y que sólo en 2013 se logró un monto fijo por factura aplicado a los clientes residenciales que llegó a $ 9,7 en promedio por mes y que nunca se actualizó a la fecha.
Argumentó que desde 2008 al momento de la audiencia sufrieron un inflación del 800% y si se toma desde 2001 el número llega a 1.700%.
“Antes del aumento, el 78% de los clientes pagaban por el gas en términos de gasto mensual equivalente menos de $ 250. Con el incremento que se propone el 28% va a pagar menos de $ 250. Si nos extendemos al rango de los que pagarían menos de $ 750 promedio por mes, hablamos del 75% de los clientes”, aseguró el director de Operaciones y Finanzas de Ecogas.
A su vez, Rivadulla, calculó que el impacto que tiene la factura de gas dentro de la canasta de bienes y servicios en una familia es menor al que puede tener el servicio de televisión por cable, internet o incluso lo que se abona por la telefonía celular.
Y agregó que “existe una fuerte estacionalidad que tiene el gasto anual de un cliente residencial. El componente variable es un 85%. Esto hace que el 61% del gasto anual de lo que se paga por gas, se concentre sólo en los dos bimestres más fríos del año” y a su vez propuso “ir a un esquema de tarifa algo más plana, que permita alinear los costos fijos de las distribuidoras, con ingresos más fijos y dar previsibilidad al ingreso familiar que es mayoritariamente fijo, pero eso será parte de la revisión tarifaria”.
La tarifa social fue otro de los argumentos que se esgrimieron desde Ecogas, y aseguraron que si se compara en el área de Cuyo con el régimen de exceptuados que era el equivalente anterior se incrementó su alcance en un 3.700%.
En lo concreto el 30% de los usuarios cuyanos están dentro de la tarifa social. “Las medidas cautelares en realidad se terminan aprovechando de la situación colectiva de los que menos tienen, para beneficiar a los que realmente podrían pagar el servicio”, remarcó Rivadulla.
En Mendoza se calcula que los usuarios que accedieron a la tarifa social en promedio pagarán $ 46 mensuales.
Rivadulla terminó su alocución manifestando que "las consecuencias de 17 años de congelamiento tarifario es que hoy la zona sur (San Rafael, Malargüe y General Alvear), el Este (San Martín, Rivadavia, Santa Rosa, La Paz y Junín) y parte de Guaymallén no hay posibilidades de conexión. Si no recomponemos la tarifa y hacemos este aumento transitorio, el próximo año sólo podrán conectarse clientes en San Juan en 2017. Para que esto no pase, hacen falta $ 1.200 millones".
Asociaciones de consumidores
El momento de asociaciones de consumidores y defensores del pueblo fue intenso. Hubo de todo: desde críticas a la modalidad de la audiencia y la supuesta exclusión de muchos interesados, hasta propuestas coincidentes con Mendoza (tarifa diferencial por amplitud térmica), recategorización de usuarios, y la necesidad de flexibilizar el acceso a tarifa social. Y, en general, de un ajuste que no supere el 100%.
Desde Mendoza habló José Ramón, abogado de la asociación de defensa del consumidor, Protectora. La postura expuesta se basó en dos grandes ejes: la falta de información provista por parte de las empresas y la necesidad de crear un cuadro tarifario diferencial para la provincia.
Respecto del primer punto, Ramón denunció que “faltó la información vital” para que la audiencia se realizara conforme a lo que indica la ley.
“Nosotros como usuarios y ciudadanos no podemos saber cuánto cuesta el gas ni cuáles son los costos que tienen las empresas para la producción. Nos tenemos que conformar con la información de que el gas va a valer U$S 7,50, cuando un estudio realizado por nuestra asociación demuestra que la producción de ese combustible no puede costar más de U$S 3,50.”
En su discurso, el representante de Protectora recordó las marchas realizadas por los ciudadanos mendocinos en señal de protesta por los aumentos del gas y la falta de adecuación de los cuadros tarifarios al clima de la provincia.
“El Gobierno fija las tarifas para Mendoza suponiendo que tiene una amplitud térmica similar al de las provincias con clima templado, cuando en realidad tenemos condiciones climáticas muy diferentes”, indicó.
“Un usuario mendocino con un consumo normal de gas, entra en la categoría R2. Como el frío que hace en Mendoza es mucho mayor al de las provincias templadas, ese usuario se ve obligado a hacer mayor uso del gas y salta rápidamente a las categorías R3 y R4”, protestó José Ramón.
“Por eso pedimos a Enargas que establezca un cuadro tarifario acorde al clima de Mendoza, es decir con categorías y tarifas iguales a las de La Pampa”, continuó.
Argumentando su postura, el abogado presentó rápidamente un informe científico de 21 páginas realizado por el especialista en meteorología Federico Norte. “El estudio demuestra que las condiciones climáticas de Mendoza son iguales a las de La Pampa. Acá hace frío de verdad”, insistió.
Finalmente, Ramón criticó con dureza al ex secretario de Energía, Daniel Cameron y al actual ministro de Energía, Juan José Aranguren, por considerar que sus decisiones no toman en consideración al interior del país.
“No crean que las decisiones de la política se toman en Capital Federal. Éste es un país federal”, reclamó.
Hoy se espera que exponga la provincia
Sergio Marinelli llegó ayer al Centro de Congresos y Exposiciones, donde se realizó la audiencia en Mendoza, pasadas las 11 de la mañana y dijo: “Queremos que se tenga en cuenta un cuadro tarifario especial para Mendoza, y que el escalonamiento sea hasta 2022, como está la Patagonia, Puna y Malargüe”.
El gobierno de Mendoza está en el puesto 156 en el orden del día establecido por el Enargas, por lo que se calcula que recién hoy podrá presentar su postura frente a la audiencia pública.
Clima mendocino, la clave para lograr la tarifa diferencial
Así lo asegura un informe realizado por el Dr. Federico Augusto Norte, en donde se analiza el comportamiento de las temperaturas mínimas de las localidades de La Pampa y Mendoza.
Este trabajo, con base científica, es en donde se ampara tanto el gobierno como la ONG Protectora para solicitar que se otorgue una tarifa diferencial no sólo a los departamentos del Sur sino a toda la provincia. El estudio indica que Malargüe, Mendoza, San Rafael y Neuquén tienen básicamente el mismo tipo de clima seco en las variantes de seco desértico o seco estepario según la precipitación anual.
En tanto, sobre el análisis térmico, el reporte sostiene que la comparación entre las dos capitales de provincia (Mendoza - Santa Rosa) permite concluir que las diferencias son pequeñas.
Por lo tanto, se concluye que comparando los conglomerados urbanos más importantes de sendas provincias no se hallan diferencias sustanciales en la marcha anual de las temperaturas mínimas medias analizadas.
El informe señala, además, que como en Argentina rige un huso horario inadecuado en Mendoza eso genera una marcada distorsión en particular en invierno ya que desde abril y hasta principios de setiembre la mayoría de la población debe iniciar su labor diaria antes de la salida del sol.