El gobierno nacional publicó ayer tres decretos destinados a asegurar un mayor ahorro fiscal que asegure cumplir con la meta propuesta para este año, sino genere mayores certezas, no solo del cumplimiento de las metas fiscales para 2019 comprometidas con el FMI sino que, además, mande un mensaje a los mercados en el sentido de que las necesidades financiamiento para el año próximo serán mínimas.
Es indudable que la idea de que las provincias ayuden con ahorro fiscal no saldrá vía negociación, ya que ningún político quiere ahorrar. Ante esto, el gobierno nacional recurre a medidas que involucran a las provincias, apurándolas a bajar el impuesto a los ingresos brutos. Otro impuesto urgente para revisar es el de Sellos.
Por otra parte, la eliminación del Fondo Federal Solidario, proveniente de las exportaciones de soja, se da en un momento es que ya casi no quedan saldos exportables por la pérdida de cosecha de este año, por lo que la pérdida para provincias y municipios será mínima.
No obstante, para el año próximo deberán hacer una reingeniería presupuestaria para asegurar la continuidad de las obras que financiaban con dichos recursos.
La eliminación del 66% de los reintegros a las exportaciones está justificada en que, por la Reforma tributaria y el Pacto Fiscal, la reducción de impuestos al cheque y de Ingresos Brutos, que hacen viable esta medida, mientras que compensa parcialmente a las provincias ya que los reintegros se pagan de la masa coparticipable.
La decisión se da en momentos de turbulencia donde hay gran desconfianza sobre la solvencia de Argentina, por ese motivo, y ante del proyecto de presupuesto el gobierno da a conocer estas decisiones para enfrentar el mal humor de los mercados. El gobierno, con estas decisiones, calcula un ahorro de $ 12.500 millones este año y de $ 53.000 millones para 2019.
Hay que pensar que estas medidas son coyunturales y no solucionan los problemas de fondo. El Banco Central, por su parte, hará subasta de dólares, lo que no tiene mucho sentido porque financian la corrida.
Si van a gastar dólares que se usen para rescatar Lebac en esa moneda y de esa forma se sacan pesos en forma definitiva y se da liquidez en dólares, para que no sigan las presiones. En este punto, se siguen equivocando.
Es que el problema está en el déficit y el exceso de pesos que genera. Todo esto se acumuló en Lebac y cuando se liberan fondos de estas letras hay presión sobre el dólar.
Si se cancelan Lebac con dólares se quitan de un solo paso dos problemas, pero el gobierno, hasta hora, prefiere recorrer otro camino que puede ser más tortuoso en el futuro.